La verdad la película es simple y sencillamente impresionante.

El corto de "Partly Cloudy" nos da la bienvenida a esta historia de grandes aventuras de un anciano (Carl Fredricksen), que sin desearlo ni preverlo, las vive en compañía de un niño (Russell, el explorador).

Al inicio, la película te va presentando la vida de Fredricksen, un niño que sueña con grandes aventuras, y llega a conocer (por el mismo espítiru aventurero) a Ellie, una niña con intereses similares a él. Él, tímido y reservado; ella, osada y vivaz. La vida de ambos se llega a unir, y siempre comparten el deseo por vivir nuevas aventuras. Comparten juntos hasta que, por cuestiones de la naturaleza, Carl Fredricksen queda solo. Son ya sus años de vejez.

Aparece un niño vivaz y alegre, Russell, que al principio no conmueve ni interesa a Fredricksen. Pero cuando Fredricksen toma la decisión de continuar llenando el "libro de aventuras" e iniciar con su expedición hacia el Sur, se da cuenta que va a tener un acompañante lleno de alegría y curiosidad por las aventuras. A partir de ahí, simplemente inicia la más grande odisea que ambos tendrán en sus vidas.

Visualmente es muy impresionante, el espectador se fija en todos los detalles de la animación, además de un gran colorido que se presenta en la misma (los globos en el aire, "Kevin", el paisaje en las Cataratas Paradisiacas, entre otras). También la música que acompaña la cinta es sublime, y nos hace experimentar la aventura y suspenso que en ciertos momentos se presenta.

La película va dirigida al público infantil, pero los adultos que la ven, simplemente deben retrotraerse a sus años de infancia y recordar todas las aventuras que en sus mentes se fueron gestando. El gran atractivo de la cinta es que te hace regresar a tu niñez, y nos demuestra que todos siempre llevaremos un niño dentro de nosotros, y de cierta forma, tenemos muchas aventuras por vivir.

Mensaje que nos deja: la verdad, no importan las adversidades o las vicisitudes que se nos vayan presentando en el camino de la vida, debemos esforzarnos y trabajar fuerte para vivir grandes aventuras y alcanzar nuestros sueños. Siempre habrá personas de buen corazón que desean acompañarnos en esa travesía. Y nunca es tarde para empezar (y vaya si no).