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Voto de cineoptero:
8
Terror Durante la noche de Halloween, Michael, un niño de seis años, asesina a su familia con un cuchillo de cocina. Es internado en un psiquiátrico del que huye quince años más tarde, precisamente la víspera de Halloween. El psicópata vuelve a su pueblo y comete una serie de asesinatos. Mientras, uno de los médicos del psiquiátrico le sigue la pista. (FILMAFFINITY)
18 de julio de 2008
17 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Poco podía imaginar Carpenter allá por el año 78 que este modesto film de género terminaría siendo el padre de casi todas las películas de terror adolescente que nos inundan cual plaga desde entonces. Y es que Halloween ha sido una de las películas de terror mas influyente de las últimas tres décadas. Eso ha hecho que se desvirtúe en gran parte los méritos propios de una obra que a día de hoy sigue siendo la mejor del subgénero y una de las mas solidas de Carpenter. Y esto es así principalmente por la magnífica lección de cine que da el director desde su ejemplar escena inicial hasta la no menos magistral e inquietante escena final. Lejos de lo que muchos pueden pensar (yo incluido antes de verla) es una película que elude de forma voluntaria lo explicito para enseñar lo que es la puesta en escena, la utilización del fuera de campo y de lo que es crear tensión con elementos estrictamente cinematográficos, sin valerse de trampas ni recursos fáciles para lograrlo. La historia, sencilla en extremo, se vuelve universal al despersonalizar al personaje de Mike Myers ocultándolo tras una mascara todo el tiempo, convirtiendo la persecución en la eterna lucha entre el mal (Myers) y el bien (representado por la inocente J.L. Curtis), que lleva hasta sus últimas consecuencias en la escena final, realmente inquietante y que se presta a múltiples interpretaciones. Logra convertir un idílico barrio residencial americano en un lugar amenazante incluso en las escenas diurnas, en gran parte por la original y eficaz partitura del propio Carpenter, de escaso interés musical, pero que asimila perfectamente las enseñanzas de Bernard Herrmann y crea una atmósfera opresiva y enrarecida desde sus primeras imágenes con una extraordinaria eficacia a pesar de su sencillez. Otro acierto del director es sin duda la recuperación de ese excelente actor que es Donald Pleasent, magnifico, en un personaje que es una especie de moderna revisión del Van Helsing de Stoker. Del mismo modo, Carpenter utiliza con imaginación e ingenio los limitados medios de los que dispone, en especial la fotografía y los decorados, a los que saca un extraordinario partido. Halloween es una película en conjunto ejemplar y una demostración clara del talento de Carpenter tras la cámara que hacen de este modesto film un pequeño clásico del genero que los amantes del buen cine entenderán mucho mejor que el gran público.
cineoptero
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