"Daybreakers" consigue tener una base muy buena, pero que no sabe aprovechar del todo. El guión se va deshaciendo a pedazos como vampiro al sol, aunque por lo menos nos deja ese buen regusto del trasfondo.

Una sociedad dominada por vampiros ("normales", con apariencia humana y nada terroríficos) en la que los humanos son lo que las vacas para nosotros. Un mundo muy avanzado por la ciencia pero con un cáncer que se expande: la escasez de sangre.

Poco después la película se convierte en una lucha de la resistencia (si a eso se le puede llamar resistencia) contra todo los vampiros. Una lucha que en el papel parece épica y enorme, que se resuelve con ligereza y parsimonia.

Éste puede ser el camino correcto para los vampiros (y no Crepúsculo, obviamente), pero todavía quedan muchas cosas por mejorar.