No sabía muy bien qué esperar de esta producción de la Dreamworks y me he encontrado con que en los créditos estaba pidiendo más.

La protagonista de la historia es Susan, una humana normal y corriente que por cosas del destino se convierte en gigante. Es entonces cuando conoce a sus nuevos compañeros monstruos: un doctor loco convertido en cucaracha (interpretado por el gran Hugh Laurie), el eslabón perdido de la evolución, una masa gelatinosa sin cerebro ni nada en su interior y un enorme (más que Susan) bicho.

Los personajes son la clave de la película. Es cierto que hay algunos mejores que otros y más desarrollados, pero es que la inocencia de B.O.B. es de lo mejorcito y el aspecto de Insecto más de lo mismo.

Si por esto no fuera poco, la película está llena de referencias a la cultura popular y no exenta de crítica. Es más, la sátira de Estados Unidos y su presidente es divertidísima.