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Voto de Peligro de Spoilers:
6
Terror Manolo y Candela se instalan en el madrileño barrio de Malasaña, junto a sus tres hijos y el abuelo Fermín. Atrás dejan el pueblo en busca de la prosperidad que parece ofrecerles la capital de un país que se encuentra en plena transición política. Pero hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos...
16 de junio de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si lo que quieres es pasar miedo, aunque sea a través de los recursos que llevan siendo efectivos toda la vida, tienes que ver la nueva película de Warner Bros. España y Bambú Producciones: ‘Malasaña 32’. El segundo largometraje de Albert Pintó, esta vez en solitario después de su debut junto a Caye Casas con ‘Matar a Dios’ en 2017, te mantiene atado a la pantalla y sin parar de dar respingos en la butaca.

La historia parte en los años 70 en el barrio de Malasaña, Madrid, donde una familia compra una casa que lleva abandonada cuatro años (desde la muerte de su anterior propietaria). La pareja, casada en segundas nupcias, llega desde el pueblo con sus hijos y el abuelo para emprender una nueva vida en la capital. En plena Transición, se abre así una puerta hacia la felicidad… ¿o no?

El guion, lo más flojo de la película, corre a cargo de Ramón Campos, Gema R. Neira, Salvador S. Molina y David Orea. Cuesta creer que entre tantas personas que lo firman no hayan conseguido hilar bien la historia y concluir de tal manera sin dar lugar a algo que pudiera mejorar la propia dirección o, incluso, la interpretación.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Peligro de Spoilers
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