La película se ve a sí misma tan acomplejada como se siente Eliseo en la primera hora de metraje. No consigue entender que, si sigue por el camino que ha elegido, se encontrará con un problema serio del que no sabrá salir. Queda claro que ese camino lo ha encontrado ella misma, creando unos personajes muy muy básicos por el camino que dan lugar a situaciones ya vistas, llenas de tópicos propios de películas producidas por Frade y compañía.

A pesar de que las relaciones de pareja vayan a peor según transcurre el tiempo, uno ya sabe cómo acabarán todas ellas, incluida la de los protagonistas. Aquí todo ocurre porque sí, porque tiene que pasar. Todas las situaciones se resuelven del mismo modo, rápidamente y sin más problemas, da igual cuántas peleas tengan abiertas.

Aún a estas alturas no tengo claro si he visto una comedia o un drama. No me ha hecho reír ni me ha emocionado, así que es posible que ninguna de las dos cosas.