Haz click aquí para copiar la URL
España España · Madrid
Voto de Moody:
4
Thriller Una joven pareja contrae una deuda enorme al reformar la casa que su familia tiene en Londres. Un día, su casero muere de forma fulminante y junto a él encuentran 200.000 libras. La pareja decide quedarse con el dinero, pero a partir de entonces empiezan a ocurrir toda clase de desgracias. (FILMAFFINITY)
11 de diciembre de 2015
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
El argumento no puede ser más sencillo: un atraco, una traición entre ladrones, un policía atormentado por su pasado y una pareja protagonista en el centro de la acción. Todos estos ingredientes aparecen en tantas películas que resulta complicado acordarse de todas, y ni falta que hace porque está claro que no hay novedad en el horizonte.

Y ante la falta de novedad, el tedio aparece casi sin darnos cuenta, en parte por la falta de pretensiones del proyecto y en parte por la dificultad del director de reconducir una película que era capaz de entretener, pero que narrada tal y como está narrada, solamente es capaz de llenar hora y media. Los personajes no tienen apenas desarrollo, y poco importa lo que les pase porque no sabemos de dónde vienen ni a dónde van. Tampoco es que se necesite un complejo análisis de cada uno, pero no vendría mal presentar algo más a los principales.

Curiosamente, el proyecto atrae a un puñado de actores reconocidos y presentes en películas mucho mejores. Hudson y Franco, pareja protagonista, cumplen más o menos con su cometido, pero tanto Sy como Wilkinson se merecían algo más. Aparte de esto, ellos aceptan ser meras comparsas sin más responsabilidad que recitar su puñado de frases, tan básicas que resultan insulsas e insuficientes. Muy poco bagaje para estos actores.

Con un final ideado de una versión asesina de “Solo en casa” con los protagonistas haciéndose fuertes en su casa y construyendo algunas trampas con las que defenderse del asesino al que esperan, la ridiculez alcanza su mayor logro cuando toda la acción acaba y los protagonistas viven su plácida vida más allá del tormento que han superado. Eso sí, sin secuelas psicológicas ni cargas legales que harían crecer las posibilidades de una insufrible segunda parte. Señor guionista, se lo agradecemos.
Moody
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow