Impresionante serie de intriga y misterio, casi desconocida pero que me atrevería a decir que es la mejor de los últimos tiempos dentro de su género. Adictiva desde el primer capítulo, te enganchará y no te soltará hasta su desenlace final.
Siempre he alabado el buen hacer de las series británicas que suelen tener mucha calidad y en la que sus actores poco o nada conocidos cumplen con su cometido.
Una pandilla de 5 niños, dando un paseo por el bosque descuidan la atención de Jessie, el más pequeño del grupo. Este se pierde y pasados 20 años la vida de los cuatro amigos restantes ha quedado marcada por la pérdida de Jessie.
En la actualidad los cuatro amigos se vuelven a reunir, cuando se comete el crimen de una mujer y entre las pistas aparecen muestras de ADN de Jessie con lo que vuelven las esperanzas de que esté vivo.
Su hermano Marc contará con la ayuda de uno de los cinco que ahora es policía. Aunque pronto se les unirá el resto para ayudar en la búsqueda de Jessie.
Su primera visita será a la cárcel donde se encuentra el que se confesó asesino del niño.
Durante el transcurso de los capítulos nos irá mostrando el daño emocional que ha causado la desaparición de Jessie en cada uno de sus amigos y especialmente en sus padres y Marc, su hermano.
Los giros de guión son constantes pero para nada entorpecen al transcurso de la serie todo lo contrario le hace ganar en interés y emoción.
Gran serie que no decae en su ritmo en los 10 episodios que la conforman y que se agradece que sea cerrada.