Un gran papel el interpretado por Denzel Washington, el de un borracho y drogaadicto que pilota aviones. Cachondo él, como una cuba todo el día, no ve el problema que tiene entre manos, pero los problemas le persiguen. Merecida su nominación al Oscar, aunque dudo que tenga oportunidad teniendo en cuenta sus grandes adversarios. En esta nueva cinta del realizador de la trilogía de Regreso al Futuro y Forrest Gump, Robert Zemeckis (tres años después del estreno de una nueva versión animada de Cuento de Navidad), podemos ver una trama con sexo, drogas y aviones de por medio en el que Washington está muy bien respaldado, entre otros con la pelirroja Kelly Reilly, Bruce Greenwood, el horondo John Goodman o Nadine Velázquez (no hay más que ver una de las primeras secuencias del film, podemos verla en toda su belleza, en todo su esplendor). El score de la cinta lleva la firma de Alan Silvestri, un fiel compañero en varias películas magistrales de Zemeckis. Casi ciento cuarenta minutos de metraje que se pasan rápido, sin necesidad de ver el reloj cada dos por tres, más que nada porque te llegas a meter en la historia. La película no será excelente, pero la he disfrutado mucho. Esto es lo que único que busco cuando veo cine. Pasármelo lo mejor posible y aquí lo he conseguido. Y por la nota, pues la que he creído conveniente. En este caso, le doy un ocho.