Parece que sean los Ocean´s Eleven y que vayan a atracar a las Torres Gemelas, pero no tiene nada que ver con esto. Me ha llamado la atención el trabajo de la canadiense Charlotte Le Bon interpretando a la novia de Petit, Annie. No la conocía de ninguna película anterior y en ésta hace un buen trabajo. La trama te mantiene en tensión durante todo el metraje, sobretodo en su tramo final. Eso sí, el inicio es el que le cuesta de arrancar, parece que se vaya del camino, pero cuando vuelve a encauzar el ritmo, es un no parar. Un film muy rico en detalles y que el uso del 3D (las tres dimensiones) lo encuentro muy bien. No es del tipo de tirarte cosas a la cara, lo percibo como más de profundidad. Aunque, bien es cierto que hay alguna que otra escena en que cae algo encima, pero poca cosa.
La banda sonora, gracias al compositor Alan Silvestri, es como un personaje más, es sensacional. Como he comentado al inicio, los efectos visuales son espectaculares y se merecerían desde ya, al menos, una nominación a los Oscar en este apartado. Es muy realista todo. Si no me hubieran dicho que las Torres Gemelas desaparecieron hace catorce años, me habría creído que el chaval estaba haciendo malabarismos entre ellas encima de un cable. Tensión al máximo.
Es una pena que no haya tenido el éxito esperado en la taquilla norteamericana, pero es muy recomendable. Al menos, un visionado por primera vez en una pantalla de cine. Es indispensable. Aunque, en mi opinión, no supera a la maravillosa The Polar Express (2004). De todos modos, eso ya es cuestión de gustos de cada uno.
Mi nota final es de 8/10.