El problema de El Hobbit es la continua comparación con El Señor de los anillos por un lado y la comparación con el libro por el otro. Si uno ve esta película y la quiere disfrutar lo mejor es no realizar continuas comparaciones sobre si es mejor o peor que la saga anterior o si se parece o no al libro.
Yo, sinceramente, fui al cine sin expectativas y disfruté las dos horas y media que dura la película. Una película excesivamente larga sin duda, pero que aporta grandes momentos en los que desde mi punto de vista Jackson se ha superado. Al final es una historia de aventuras, con menos épica de batallas y más acción. Si la primera de el Hobbit se te hizo pesada, esta no, la historia mejora. Y las escenas con el dragón son para mi sin duda geniales y marcan un hito en el cine.
En mi opinión una de las mejores películas del 2013.