Hay que ser corto cuando se está ante un revuelto remezclado de la obra maestra "In the mood for love" (2000) de Hong Kong-China. La directora extiende el sentimentalismo de manera superficial, minimalista, basándose en los gadgets que resultan tan aburridos en pantalla (laptops, teléfonos móviles, audífonos, apps, facebook etc.) para fundamentar lo que era anteriormente el correo tradicional. No bastando el atropello del amor a larga distancia a través de 13 pulgadas, nos continúa llenando de mensajitos en teléfonos de teclas chulas y poco le faltó para escribir la caligrafía en una transparencia sobre la imagen como esas series de adolescentes que se mandan whatsapps, No podía ponerse peor hasta que la protagonista llega a un "airbnb" y se encuentra con su futuro esposo que se va convirtiendo de escritor medianamente mediocre a escritor "llanta de repuesto" por si el Coreano se decide a moverle el tapete algún día. La escena del bar es para botarse de risa, similar a cualquier escena de romance de Monthy Python o a un sketch de Saturday Night Live Ud. decida. Claro que al final hay que llamar a un Uber a través de la app. El cerebro del espectador promedio se pregunta al final en la soledad de su inconsciente ¿Me metieron un anuncio o un comercial? ¿Le damos otra oportunidad ya que es su Opera Prima? ¿no se supone que la escuela de cine es para saber algo sobre teoría del cine? Celine Song tiene que ver más películas de Alice Rohrwacher.