"Nightcrawler" es la ópera prima de Dan Gilroy, que escribe y dirige esta historia que transcurre en la conflictiva ciudad de Los Ángeles y que tiene como protagonista único y absoluto a Louis Bloom (Jake Gyllenhaal), un tipo excéntrico -algo pedante- y perspicaz que busca labrarse un porvenir con su verborrea y persistencia -y algún que otro curso por internet-. Es más tarde cuando descubre una pasión obsesiva por la cámara y por mostrar las crueldades que se cometen a diario en LA y que casualmente están muy bien pagadas por las cadenas de televisión.

La premisa es buena, tiene originalidad y una crítica voraz a los medios de comunicación modernos, pero Gilroy se lía. Empezando por lo malo; el director abusa de largometraje (en mi opinión) lastrando demasiado el desarrollo de los acontecimientos -aunque es cierto que una vez llega, su ritmo es frenético-, confía demasiado en su personaje dándole todo el peso de la película al mismo y restándole profundidad a otros actores secundarios que podrían tener algo más que decir (Riz Ahmed, Rene Russo o el tipo de las noticias que discute siempre la moralidad de las imágenes que difunden) y por último un guión que en ocasiones roza lo surrealista (policías incompetentes o Bill Paxton superado por un chaval con un Seat Ritmo). Pero tiene también cosas admirables; las persecuciones son intensas y están muy bien rodadas -recordando lejanamente a Drive- y la actuación de Jake Gyllenhaal, que hace un retrato sublime de un trastornado obsesionado con ganar dinero y prestigio a toda costa. La fotografía está bien llevada,
retratando a LA como una urbe nocturna, sucia y peligrosa donde la ley de la selva impera y logrando la espeluznante sensación de estar ensuciándonos las manos con Bloom. La música de James Newton Howard es meramente ambiental y no aporta a la película ningún aliciente extra.

En conclusión, no estamos ante la película revelación del año (ni mucho menos) pero sí es una buena ópera prima para Gilroy que muestra tener una mano diestra para filmar las escenas de acción y gran originalidad, pero que debe aprender de los errores -como la excesiva duración, el escaso desarrollo del guión y un descontrol notable entre escenas- que hacen de "Nightcrawler" una obra bien pensada aunque torpemente ejecutada.