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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
6
Drama Tras la muerte de su mujer, Miguel decide hacer un viaje, aplazado durante muchos años, a Argelès-sur-Mer, un pequeño pueblo del sur de Francia, donde se concentran miles de refugiados desde hace algún tiempo. (FILMAFFINITY)
26 de enero de 2012
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente la valiente propuesta de Alberto Morais sea ignorada o tildada de ‘coñazo ultra-lento y seco’. La empaquetarán dentro de esa misma caja que el gran público ha etiquetado con la palabra olvido pese a que sus buenas críticas han sido proporcionales a su escasa distribución. “Las Olas” pertenece a ese grupo fílmico que debe sobrevivir como un pez moribundo fuera de esa agua natural llamada circuito de festivales. Después de un meritorio paso por Moscú, Londres, Sevilla, Gijón, Sao Paulo… llega el momento de mostrar la obra a un público que previamente ha ignorado y/o maltratado las últimas propuestas de Jaime Rosales, José Luis Guerín, Isaki Lacuesta, Javier Rebollo, Manuel Martín Cuenca, José María de Orbe, Judith Colell, Jordi Cadena, Elena Trapé, Toni Bestard, Gabriel Velázquez… y cada vez un más largo etcétera que da clara sintomatología de que algo está cambiando dentro del cine español pero, contrariamente, pocos quieren aceptarlo.

Esta vez la película de Alberto Morais incluye un elemento de ese añejo cine español y su discurso caduco y fatalista en el que siempre ha fracasado: la memoria histórica. Esa memoria no busca referentes tratados anteriormente con esperpento y auténtico ridículo cinematográfico, salvo “Pa Negre” de Agustí Villaronga, sino que se basa en el infierno que vivió Miguel, su protagonista, en el campo de concentración de Argelès-sur-Mer. El director parece recordárnoslo en sus títulos inaugurales aunque las heridas de Miguel, interpretado muy notablemente por Carlos Álvarez-Nóvoa, al igual que las de tantas decenas de miles que huyeron a Francia tras la derrota en la Guerra Civil, yacen completamente abiertas… pese a haber pasado ya numerosas décadas. Esa ruptura emocional es mostrada desde el escenario y un viaje iniciado tras la muerte de su mujer. Pero tampoco “Las Olas” es una road movie tradicional al otorgar a los paisajes y ese decorado natural no un fondo sino el completo protagonismo emocional de la historia. El fondo aquí es el personaje; el otro personaje, que junto al protagonista humano intenta aferrarse a esos escasos recuerdos que le quedan y le impulsan hacía una vuelta al lugar donde tal vez perdió todo. La historia y el escenario es el auténtico motor dramático donde se mueven los pretendidamente asépticos personajes. Un escenario que ha cambiado, que continúa en construcción, pero que sigue (y seguirá) allí, siempre vigente.

Tal vez ha llegado el momento de observar la historia con completa purificación emocional, sin aspavientos ni manipulación. De visionara y revisarla por aquellos que pueden aportar un punto de vista objetivo y menos parcial. Es momento de mirar al pasado aunque puede que para cintas tan meritorias y valientes como “Las Olas” quede un insuficiente hueco en nuestro presente… tal vez para un cada vez más esperanzador futuro.
Maldito Bastardo
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