Me quedo con “Buenas noches, señor monstruo” y sus inconmensurables Regaliz y Paul Naschy en la que fue mi película más vista en mi infancia (sólo recuerdo que en la sesión infantil nos ponían esta y “Garbancito de la Mancha”). Lo cuál me hace recordar el filme del que hablaba Waters en su libro Majareta, “A Cold Wind in August”, que proyectaban cada vez en Baltimore cuando una sala de arte y ensayo tenía un fracaso con una película.

“Monster House” como episodio de los Teletubbies podría funcionar, como largo supera a otros productos similares e inefables aunque no llega (ni de lejos) al aprobado. Y teniendo actualmente de referente a “Los mundos de Coraline” la distancia en cuanto madurez la deja a años luz.

Coge elementos de “La guerra de los mundos” con esa luz y chismes fálicos que sodomizan a cualquier ser para desembocar el “La Jungla infantil de cristal”.