Con un arranque demoledor… para nuestras neuronas, “Noche de miedo 2: Sangre nueva” provoca que nos pongamos en el punto de vista de la vampira cuando escudriña y olfatea al protagonista diciendo «Pensé que tenías algo especial. Solo que aún no sé qué es. No veo la hora de saberlo…». La película lanzada directamente a DVD hace que Eduardo Rodriguez trate de esmerarse y dotar de algo ‘especial’ con todo los recursos posibles en la puesta en escena, composición de planos, encuadres… para adornar un mojón y defecación hecho guión. El símil que definiría esta propuesta condenada a la vida eterna… de acabar siendo uno de los BODRIOS del 2013, sería presenciar el horror del culo esmirriado de la abuela vampiro para emerger como la novia de Dexter Morgan en la segunda temporada de su serie. Simple maquillaje y pose. Lila Tournay se hizo Gaia para volver hacerse Gerri Dandridge y esa reencarnación contemporánea de Elizabeth Báthory, ‘sangrantemente’ conocida como La Condesa Drácula. Aunque visto el juego de luces proclives a la epilepsia de una discoteca ibicenca y el ultrasonido gutural que emerge de sus piños debería haberse hecho DJ en vez de profesora de arte. ¡Le hubiera ido mucho mejor!

Hay demasiadas lagunas en un guión que se podría resumir en un eructo. En realidad es una revisión (que no continuación) de “Noche de miedo” (2011), remake del “Fright Night” de 1985. Aunque esté protagonizada por una vampiro que no tiene nada que ver con Regine de “Noche de miedo 2” (1988). El reboot que propone “Noche de miedo 2: Sangre nueva” sobre los mismos puntos y una variación en las intenciones de la Condesa DJ-Drácula, propone cuantiosas preguntas intelectuales. Por ejemplo, una cuestión del ‘momento’ bañera llena de sangre y anuncio gore de Loreal… Si los vampiros están muertos y no respiran, ¿por qué salen burbujitas cuando se mete la abuela dentro de la bañera? ¿Y también en esa piscina olímpica secreto donde, al parecer, hace unos largos antes del amanecer? Por no hablar del ‘momento BIBLIA’ cuando sacando su móvil multiusos hubiera demostrado a su ex novia que la bicha esa era un pedazo de bicha. ¿¡Y es que nadie ha intentando nunca hacer una foto a ese profesora buenorra en un mundo de monopolizado por smarthphones!? ¿¡Y la foto de cualquier tipo de carné, qué!? WTF!? ¿Lo lleva pintando con acuarela?

Da la impresión de que la película ha sido producida con el único objetivo de demostrar a los haters del remake de “Noche de miedo” que Colin Farrell en camiseta de tirantes estaba mejor que esta DJ en busca de su salvación a través de una leyenda trópsida vía cómic. ¿No les suena el recurso de otras películas sacadas directamente a DVD? Dejando de lado al estupidez vampírica implícita en el argumento, la gracia de “Noche de miedo 2: Sangre nueva” es que parece la secuela, en realidad, de “Drácula, un muerto muy contento y feliz”. El momento pecho-tatuado… debería quedar patentado para la posteridad de la spoof-movie involuntaria, por ejemplo. El halo de superficialidad del momento es irrebatible: a Jaime Murray la quieren para lucir tipo y culo… para interpretar un personaje escrito como el culo. Desde Rumanía con HAMOR, el desangrado cerebral de los espectadores e inminente a la par que doloroso y todo queda finalmente resumido en esa taza del váter llena de mierda que encuentra Peter Vincent. ¡Faltaba el DVD de “Noche de miedo 2: Sangre nueva” allí para que vomitáramos definitivamente! ¡Qué asco! ¡Qué mierder de película! ¡Qué BODRIO! ¡TIREN DE LA CADENA YA Y OLVIDEN ESTA DEFECACIÓN FÍLMICA!