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Voto de Cthulhu:
10
Drama La historia está ambientada en 1907, en Uppsala, Suecia, y se centra en los Ekdahls, la familia del joven Alexander y su hermana Fanny. Los padres se dedican al teatro y son felices, hasta que el padre muere de forma repentina. Al poco tiempo, la madre decide casarse con un líder religioso conservador, una decisión que cambiará sus vidas. (FILMAFFINITY)
21 de agosto de 2016
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fanny y Alexander es la obra maestra de Ingmar Bergman. Como si de un manual de la Vida se tratara desentraña las numerosas manifestaciones que se producen en la vida (religión, arte, economía, sociedad, magia) así como las múltiples formas para afrontarla, es decir, las distintas máscaras o papeles en los que actuamos según nuestras circunstancias.

Fanny y Alexander se sitúa en la Suecia de principios del siglo XX, en una familia aristocrática cuyos miembros ven la amenaza de los tiempos cambiantes. La película nos aparece bajo el punto de vista de Alexander (Bertil Guve), un joven sensible y rebelde y su hermana Fanny (Pernilla Allwin) obediente y fiel a Alexander. Un punto de vista semejante al atormentado príncipe de Dinamarca Hamlet con fantasma incluido.

Destacan los personajes de Helena (Gunn Wållgren) la matriarca de la familia, consejera de todos los integrantes de la familia y respetada por todos. Sus hijos Oscar (Allan Edwall) amante del teatro y del poder del arte sobre la vida, Gustav Adolf (Jarl Kulle) apasionado de los pequeños placeres y de las mujeres, disfruta del sexo y de la compañía y Carl (Börje Ahlstedt) amargado e infeliz que no se soporta a sí mismo ni a sus seres queridos. Así como sus respectivas esposas Emilie, Alma y Lydia (Ewa Fröling, Mona Malm y Christina Schollin) con más poder de decisión e intención del que le presuponen los encorsetamientos de la época y el género masculino. Al margen de la familia, Isak (Erland Josephson) judío prestamista, amante y confidente de Helena y el impresionante personaje del obispo Edvard (Jan Malmsjö) de una visión férrea, austera y fanática de la vida.

Ante este crisol de personajes, Ingmar Bergman con su oficio cinematográfico en su punto álgido, divide el relato en tres partes diferenciadas, gracias a sus colaboradores en la fotografía (Sven Nykvist) y diseño de producción (Anna Asp).

La primera parte sería la representada por la familia Ekdahl: suntuosidad y elegancia mostradas en el palacio aristocrático y en la casa de verano. Gusto por lo sensual y lo artístico. En segundo lugar la casa del obispo: gris, austera, parecida a una cárcel. En tercer lugar la casa-tienda de Isak: exótica, abarrotada y laberíntica representa lo sobrenatural y la magia.

La parte más difícil y simbólica del relato es la protagonizada en la casa-tienda de Isak en montaje paralelo con la casa del obispo. La religión hace acto de presencia, los nombres cargados de significado de Isak, padre del judaísmo, Aron (Mats Bergman), hermano de Moisés y fascinado por los ídolos (becerro de oro - títere de Dios) e Ismael (Stina Ekblad), el inicio de la rama musulmana, otra forma religiosa de la vida.

Y es que Ismael, el personaje andrógino de la película, interpretado por una mujer, conecta con la tía Elsa (Hans Henrik Lerfeldt) el personaje femenino interpretado por un hombre, fundiéndose en un momento sobrenatural y milagroso.

Aconsejo la visión de Fanny y Alexander pensada como una serie, donde cobran más importancia los personajes del teatro liderado por Gunnar Björnstrand, el personaje de Carl o los fantasmas de la antigua familia del obispo. La capacidad de síntesis y de elección de Ingmar Bergman es uno de sus mayores logros al convertir en obra maestra un material mucho más extenso que podría haber quedado mutilado.
Cthulhu
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