Haz click aquí para copiar la URL
España España · Sevilla
Voto de Lemmytico:
7
Serie de TV. Comedia. Drama Miniserie de TV (2016). 4 episodios. Secuela de la serie Gilmore Girls, centrada en la vida de Rory, una joven criada por su madre soltera Lorelai Gilmore, en Stars Hollow, Connecticut. (FILMAFFINITY)
10 de diciembre de 2016
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Las Chicas Gilmore" fue otra de esas series que, en aquellos años clave a finales de los 90 y principios del siglo XXI, pusieron su granito de arena en la evolución de la ficción televisiva como forma narrativa madura, tan respetable como la literatura o el cine. Vale, no era tan buena como "The Wire", "Doctor en Alaska" o "Seinfeld", pero tampoco estaba tan lejos de "Friends" o "Mujeres Desesperadas", ni era menos buena que las mejores temporadas de "Cómo Conocí a Vuestra Madre". Compartía con estas el carácter innovador de sus diálogos, su batería de metarreferencias a la cultura pop y la frescura y originalidad de su formato. Porque "Las Chicas Gilmore" no terminaba de ser un drama, pero tampoco era una comedia. Tenía ese maravilloso tono de realismo mágico, y al mismo tiempo la forma en la que los personajes hablaban y se comportaban te resultaba mucho más cercana y creíble que la de shows con más renombre. Bajo una apariencia ligera tocaba temas de gran profundidad. Y señores, fue de las primeras que pasaba holgadamente el test de Bechdel. Reconozco que empecé a verla pensando que era un guilty pleasure porque tenía el sambenito de "serie de chicas", pero con el tiempo me di cuenta de que no eran más que prejuicios machirulos: aquella serie era bastante buena, sin más adjetivos que ponerle.

Por desgracia, "Las Chicas Gilmore" fueron víctima del politiqueo empresarial, cuya lógica dictaba que se podría prolongar el fenómeno sin sus creadores originales (si bien estos dieron el visto bueno a aquella barbarie, todo hay que decirlo). Afortunadamente, en 2016 ya tenemos muy asimilado que una serie de televisión es -o puede ser- tan producto artístico como un libro o una película, el resultado de una visión autoral y no un juguete de las cadenas. Pero en 2007, una fecha tan cercana y a la vez tan lejana, la cosa aún no estaba tan clara. Así que "Las Chicas Gilmore" padecieron una última temporada que, sin ser horrorosa, no hacía justicia a la trayectoria de la serie. Merecían un mejor final. Y en 2016, Netflix mediante, lo han tenido.

Este spin-off empieza pareciendo un fan service en toda regla. Simple y llanamente más dosis de aquella droga que tanto te gustó y de la que te jodió un poco desengancharte, aunque estaba claro que no podías seguir tomándola. Todo está como lo recordabas, el toque de los creadores se nota. Casi todos los personajes están donde estaban o donde intuías que podrían estar diez años más tarde, con la excepción de Rory y las obligadas por fallecimiento o por caché excesivo (por cierto, muy bien integradas estas ausencias en la historia, eso es hacer de la necesidad virtud). Una explotación de nuestra nostalgia, pero muy bien hecha, lo que, demonios, no es moco de pavo.

Pero según avanzan los capítulos te das cuenta de lo bien escogida que está la metáfora de las estaciones, la evolución del año, como de la vida, para poder llegar al mismo punto pero habiendo crecido, siendo tú mismo y a la vez otro, más sabio, mejor. Los personajes aprenden y de algún modo cierran los conflictos históricos que constituyeron el núcleo de la serie original, pero que aquella solo dejó en suspenso al terminar. Y lo hacen no con una gran catarsis dramática, sino como suele suceder en la vida real: aprendiendo a tolerar y a tolerarse, comprendiendo que es tan inútil esperar que los otros se ajusten al ideal de lo que nos gustaría que fuesen como martirizarnos nosotros mismos por no lograr ser fieles al ideal de lo que aspiramos a ser, aceptando que lo mejor que podemos ser no es lo que nos gustaría que fuera. Madurando, en fin. Ahí sí, te da la sensación de que se ha cerrado la herida que se abrió cuando empezó la serie, y que puedes dejar marchar a estos personajes*.

En fin, está claro que no se puede ver ni disfrutar si no conociste la serie original, pero está muy lejos de ser un concentrado instantáneo de nostalgia. Es, nada más y nada menos, que el final que aquella serie maravillosa tuvo que haber tenido y no tuvo. Bravo y gracias, Amy y Daniel Palladino.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Lemmytico
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow