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Voto de KesheR:
7
6,3
2 668
Drama
Abel vive con su madre en un pequeño pueblo en las afueras de Barcelona. Su vida, gris y monótona, transcurre entre un pequeño negocio familiar de ropa, sus citas con su novia Tere, la casa de su madre, el quiosco de un amigo y los bares del barrio. Siempre los mismos problemas, las mismas caras, las mismas conversaciones. Sin embargo, bajo una apariencia de hombre tranquilo y afable, Abel esconde una oscura, violenta y enfermiza personalidad. (FILMAFFINITY) [+]
26 de marzo de 2006
60 de 67 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil escribir sobre esta película sin contar nada del argumento. Así que desarrollaré mi crítica en la parte de "spoiler". Para el que se esté planteando verla, decir que es una muy buena película que huele a futura referencia del cine español.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La podredumbre que subyace bajo lo cotidiano. Ése es el leit motiv de esta película, al igual que lo ha sido de otras grandes como por ejemplo "Funny Games" (la aburrida normalidad de una familia interrumpida por la violencia absurda), Happiness (el amable pederasta) o Terciopelo Azul (toda ella es un viaje introductorio al lado oscuro del ser humano).
Cualquier persona con una vida normal de clase media se va a ver identificado (en mayor o menor medida) al comienzo de la película, mientras observamos la aburrida rutina del protagonista. Pero de pronto ocurre una magistral inflexión en el punto de vista del espectador respecto a lo que está viendo, cuando descubrimos que el protagonista es un psicópata. En ese momento el aburrimiento que nos transmitía la película (no quiero decir que sea aburrida, ojo) se transforma en tensión hichcocktiana ante el personaje principal. ¿Quién es? ¿De dónde ha salido? ¿Qué piensa? ¿Cuándo volverá a actuar? Observamos cómo va aglutinando sus frustraciones en una pequeña bolita putrefacta, oculta, que estalla como un geiser cuando decide asesinar.
Los momentos de los asesinatos están magistralmente rodados, con ausencia total de efectismos sonoros y un austerismo en la realización que recuerda a la famosa violación de "Irreversible". Los momentos de cotidianidad, por otra parte, también están muy bien rodados con enfoques indirectos y a media luz que transmiten una sensación de vouyerismo y tensión malsana.
Los puntos negativos son pocos, pero los hay. Principalmente los actores no terminan de convencerme, hay ocasiones en las que se les nota forzados, y en esta película era imprescindible una naturalidad extrema (al estilo, por ejemplo, de "Smoking Room"). Y en general no me transmite una sensación de maestría, quizás su excesiva austeridad juega en su contra.
El final no gustará a muchos, ya que no resuelve nada, pero es el mensaje de la película: NUNCA PASA NADA. A mí me parece bien.
Bien por Jaime Rosales.
Cualquier persona con una vida normal de clase media se va a ver identificado (en mayor o menor medida) al comienzo de la película, mientras observamos la aburrida rutina del protagonista. Pero de pronto ocurre una magistral inflexión en el punto de vista del espectador respecto a lo que está viendo, cuando descubrimos que el protagonista es un psicópata. En ese momento el aburrimiento que nos transmitía la película (no quiero decir que sea aburrida, ojo) se transforma en tensión hichcocktiana ante el personaje principal. ¿Quién es? ¿De dónde ha salido? ¿Qué piensa? ¿Cuándo volverá a actuar? Observamos cómo va aglutinando sus frustraciones en una pequeña bolita putrefacta, oculta, que estalla como un geiser cuando decide asesinar.
Los momentos de los asesinatos están magistralmente rodados, con ausencia total de efectismos sonoros y un austerismo en la realización que recuerda a la famosa violación de "Irreversible". Los momentos de cotidianidad, por otra parte, también están muy bien rodados con enfoques indirectos y a media luz que transmiten una sensación de vouyerismo y tensión malsana.
Los puntos negativos son pocos, pero los hay. Principalmente los actores no terminan de convencerme, hay ocasiones en las que se les nota forzados, y en esta película era imprescindible una naturalidad extrema (al estilo, por ejemplo, de "Smoking Room"). Y en general no me transmite una sensación de maestría, quizás su excesiva austeridad juega en su contra.
El final no gustará a muchos, ya que no resuelve nada, pero es el mensaje de la película: NUNCA PASA NADA. A mí me parece bien.
Bien por Jaime Rosales.