La cuarta película de Garland (¿efectivamente se retirará?) es una rareza por el lugar desde el que el director se posiciona para narrar los hechos y por cómo lo hace (la importancia de las formas en el cine).

Estados Unidos se encuentra en una guerra civil y no necesitamos mucha información adicional (más allá de algunas aclaraciones que se hacen), dado que el foco está puesto en un grupo de fotoperiodistas que va a brindarse por completo en una búsqueda sumamente riesgosa por capturar de cerca (pegados a los tiradores) los momentos más extremos, como sea (algo así como Gyllenhaal en 'Nightcrawler') del enfrentamiento bélico.

Kirsten Dunst y compañía (Wagner Moura, Stephen Henderson y Cailee Spaeny) se lucen como cuarteto principal, mientras que al bueno de Jesse Plemons le basta con un puñado de minutos en pantalla para sumergirnos en la escena más aterradora y tensa del film.

'Civil War' da que hablar. Es una especie de road movie polémica e inquietante que de a ratos produce fascinación.

Alex Garland elige secuencias en las que queda mejor exprimir lo sonoro y otras en las cuales funciona mutear, en favor de las expresiones. Cualquier cosa puede ocurrir y el director, sin concesiones, lo va dejando cada vez más en claro con el correr de los minutos.

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