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Voto de Cinero_Simplon:
9
8,4
10 514
Cine negro. Thriller. Intriga. Drama
En un momento crucial de su vida financiera, Gondo (Toshirô Mifune), un directivo de una importante empresa de zapatos, recibe la noticia de que su hijo ha sido secuestrado. El rescate exigido es una gran cantidad de dinero, pero Gondo la necesita para cerrar una negociación que le dará el control de la empresa. (FILMAFFINITY)
13 de julio de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Está claro que el título de esta crónica se basa, exclusivamente, en una opinión personal. Revisada toda la filmografía del director japonés, no me he encontrado con película mejor rodada y con un argumento tan atrapante desde el minuto uno hasta el final. Y ha rodado Kurosawa un buen puñado de obras maestras, pero aquí nos muestra la naturaleza humana de manera desnuda en una película con dos partes diferenciadas en las que, primero, un tipo se enfrenta a un dilema y, en el segundo, un grupo de policías se enfrentan a una investigación.
El infierno del odio es el averno en el que caen las personas cuando les atrapa la envidia, les corroe la rabia y les nubla la vista las ganas de acabar con todo, y nos demuestra que ni creyendo tenerlo todo, uno es capaz de vivir un nuevo día sin estar seguro de que será el último en el que se enfrente a la tranquilidad.
El infierno del odio es el averno en el que caen las personas cuando les atrapa la envidia, les corroe la rabia y les nubla la vista las ganas de acabar con todo, y nos demuestra que ni creyendo tenerlo todo, uno es capaz de vivir un nuevo día sin estar seguro de que será el último en el que se enfrente a la tranquilidad.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
"Esa casa parece que nos mira". Esta frase resume, mejor que cualquier otra, el motivo que lleva al delincuente a secuestrar a un niño, a arruinar a un millonario y a asesinar a sus cómplices. La casa, mirándole a los ojos cada noche antes de dormir, cada invierno frío y cada verano abrasador, termina con la cordura de un tipo que tiene un buen trabajo e incluso puede aspirar a una buena posición social. Pero esa casa, esa superioridad desde la colina y esa inferioridad mal digerida, le conduce al desastre, no sólo a él, sino también a un tipo que, aunque él no lo sepa, no ha dejado de trabajar en toda su vida.
Siempre se impondrán los prejuicios.
Siempre se impondrán los prejuicios.