Existen películas de ciencia ficción espacial, y pelis del espacio.

En las primeras se divaga con posibilidades científicas sobre si velocidades transluminicas, seres inteligentes que han dejado pecios de incalculable valor y que tienen, vaya usted a saber de años, las probabilidades de la vida humana en otros planetas, y si el jamón ibérico sabe igual en Castilla qué en Klendathu...

Y luego están las pelis del espacio, esas en las que vale todo a fin de entretener al respetable, no hay impedimentos grabiticos, las explosiones se escuchan perfectamente y en un pis pas uno se toma un cacharro en Alpha Cantauri tan ricamente... Esas son las que molan, las qué no te atan a conjeturas cuasi místicas sobre generaciones enteras viajando en una mega nave semillera para colonizar el espacio. Son las qué las super aceleraciones de un motor cuántico ni te despeinan y en las que un héroe vale lo mismo en el cosmos que en la tierra.

A este despreocupado y generalmente gamberro genero, pertenece Event Horizon, donde Paul W.S. Anderson me demuestra que el viejo maestro Carpenter tiene sustituto y uno de los buenos además -A mi ya me ha conquistado de largo-. Tira para el lado terrorífico de la ecuación y consigue una atmósfera claustrofobica y acechante cojonuda, hay terror y miedo bien hallado y bien escenificado por un elenco entregado aunque no magistral, rezuma un aire a serie B y peli de culto que tira para atrás, y los años no le están pasando mucha factura y mantiene cierto frescor. Pero lo mejor es que la peli gusta y entretiene y su escenografía esta muy lograda, con una nave mega malvada que cobra protagonismo en un final un tanto incongruente, pero eso da igual.

Lo importante es que a donde va no se necesitan los ojos, no, hay que ser un poco friki y dejarse llevar!!