Después de 8 años de inactividad, Urbizu vuelve a enseñarnos cómo hay que contar historias. Será por su experiencia docente o por sus dotes como director, pero No habrá paz para los malvados es un manual cinematográfico que explica cómo hay que contar un thriller en español sin mirar de reojo a Hollywood.
José Coronado se mueve en un Madrid ya acabado; las tabernas típicas, los bares de taxistas y los lupanares del extrarradio. Es un reflejo de los personajes olvidados, las personas que han quedado anclados en un pasado del que no quieren salir. Las nuevas tecnologías no les importan y miran de reojo los establecimientos que se han abierto en los nuevos tiempos.

No habrá paz para los malvados cuenta una historia de policías de otros tiempos, de nuevos espacios para la droga y nuevos protagonistas del terrorismo. Todo ello se mezcla con referencias al pasado,a los problemas sociales y los movimientos estudiantiles. Un cóctel molotov que explota en varias direcciones, muchas de ellas erróneas. El relato quiere abarcar más de lo necesario, hay historias que quedan en el aire y en que solo sirven como trucos de guión. Se abandonan historias inconclusas y se centra demasiado en personajes totalmente secundarios,siendo el relato principal suficiente para llenar 2 horas.

Sin embargo, la puesta en escena de Urbizu oculta todos los posibles desperfectos y te introduce en la historia de manera espectacular. Los personajes son retratados con mimo y los ambientes son únicos y personales.

Una gran película para pasar un buen rato disfrutando de buen cine.