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México México · Ciudad de México
Voto de Iván Rincón Espríu:
8
Thriller Jack Grimaldi es un sargento de policía corrupto que saca un importante sobresueldo informando a la mafia de la situación de los testigos protegidos. Un día recibe el encargo de eliminar a Mona, la bella y despiadada mujer vinculada a la mafia que está detenida acusada de matar a varios agentes federales. Falcone, el jefe de la mafia, quiere cubrirse las espaldas por si a la chica se le ocurre testificar contra él. Sin embargo, todo se ... [+]
20 de diciembre de 2015
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
'La sangre de Romeo', como fue titulado en México, o 'Doble juego', en los demás países hispanohablantes, es un thriller negro que recurre principalmente a dos elementos del clásico noir: la narración en off y un fondo musical de jazz lánguido y, a ratos, esquizofrénico.

El título original en inglés proviene de la canción homónima de Tom Waits.

Al año siguiente de interpretar a Drácula en la versión de Francis Ford Coppola (1992), Gary Oldman se consagra como actor en el papel de Jack Grimaldi, un sargento corrupto de la policía de Nueva York que gana 56 mil dólares anuales, pero recibe 65 mil adicionales cada vez que informa la ubicación de algún testigo protegido a la mafia, y esconde el dinero sucio en un hoyo del patio trasero de su casa. De ahí que, al caer en desgracia, se defina como “un fantasma enamorado de un hoyo”, con el patetismo propio de los personajes que Fritz Lang aportó al cine negro, y con el nombre falso de Jim Daugherty, venido a cantinero detrás de la desolada barra del Holiday Diner, sobre la carretera desértica de Phoenix, Arizona, además de narrar la historia, es la voz que aconseja a Grimaldi.

Casado con una mujer de aspecto latino (Annabella Sciorra), mantiene una relación extramarital con una escuálida mesera de veinte años (Juliette Lewis), cuando recibe la encomienda fatídica de entregar a la mujer que asesina tanto a los testigos protegidos como a sus custodios, Mona Demarkov (Lena Olin), dama fatal y letal de la mafia rusa, hasta entonces aliada con Don Falcone (Roy Scheider), un capo chapado a la antigua que fuera su amante y ahora es su enemigo a muerte. Ella humillará una vez tras otra y una más a Grimaldi, haciéndole ver en los hechos que es superior a él, física y mentalmente, que la sociópata y sicópata mueve los hilos del policía títere.

Demarkov es un personaje de antología; es Lena Olin a los 38 años con un cuerpo inquietante. Mujer que mata sin escrúpulos ni piedad, sin miramientos, además de su destreza con la pistola y el hilo de metal, usa las piernas para triturar cuellos y demás, momentos en que se excita y ríe a carcajadas. Tan acertado es el perfil de su personalidad en una película infravalorada y relativamente desconocida que la saga de James Bond la refriteó (valga la expresión, por no hablar de vil plagio) en GoldenEye. Ambas asesinas alcanzan el orgasmo en el clímax de su violencia, con el agregado de que la “chica Bond” se excita y ríe también cuando acribilla gente a balazos con una ametralladora; Xenia Onatopp (Famke Janssen), además de triturar a los hombres con las piernas, muerde sus labios, pero no es del todo convincente porque actúa mediocremente y está flaca, a diferencia de Olin, que es puro músculo. Por lo demás, GoldenEye no es comparable con Romeo is Bleeding, sino más bien una babosada.

La sueca Lena Olin comenzó su carrera como actriz en el teatro y el cine bajo la dirección de Ingmar Bergman, con papeles menores que, ni siquiera en las obras más trascendentes, como Fanny y Alexander (1982), tienen el impacto sicológico y hormonal de Mona Demarkov, un “personaje extremo”, como se le considera.

Por su parte, el director húngaro Peter Medak, que ha hecho más cine para la televisión que para la gran pantalla, lo mismo dirigió la que ahora es un clásico del horror, 'Al final de la escalera' (1980), que 'El Jorobado' (1997), quizá la peor adaptación de la novela de Víctor Hugo.

El estreno de Romeo is Bleeding en 1993 coincidió con el de Forrest Gump, Pulp Fiction, The Shawshank Redemption y El Rey León, que acapararon los premios, el éxito de taquilla, los elogios de la crítica y la atención en general, al menos en Hollywood, opacando y relegando casi al olvido esta cinta que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una obra de culto, representativa del mejor cine independiente de los noventa, como Fargo (1996), de los Coen, producida también por Polygram.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Iván Rincón Espríu
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