No es que sea la primera vez que me encuentro algo así, hecho sin tapujos y para abrir de una vez por todas todos los espectros educativos desde los que se debería formar ma las ya venideras generaciones. Cierto es que hay series de más nombre como por ejemplo Sex education, y que abordan ciertos temas tabú hasta hace una década. Pero esta serie tiene un alma peculiar. Goza de una personalidad propia que te atrae desde la primera escena. Uno de sus puntos fuertes es el metraje: los 15 minutos por capítulo no dan pié al relleno, algo que nunca me ha gustado. Deseando que llegue este Miércoles su segunda temporada, algo que no esperaba ya. A ver...