Dos jóvenes norteamericanas han llegado a Barcelona de vacaciones estivales. Mientras Vicky (Rebecca Hall) desea encontrar un novio para casarse, Cristina (Scarlett Johansson) busca aventuras excitantes. En la Ciudad Condal ambas se ven metidas en una relación con un pintor (Bardem) muy apegado a su impetuosa ex-mujer María Elena (Penélope Cruz).

Es una película de medianía de un Allen a caballo entre Barcelona y Oviedo; se ve que le gustan estas ciudades. Las interpretaciones son bastante resultonas todas, sin que me atreva a subrayar ninguna en particular, pues cada una, sobre todo los trabajos de las chicas, llevan su propio sello.

Veo que es una cinta de paisajes hermosos, tanto urbanos como rurales. Con personajes bien dibujados y rotundos, o sea, una película para disfrutar con frescura de los amores de verano, divertida.

Por supuesto carece de la enjundia y la profundidad de tantas obras de Allen, pero su tono ligero es de agradecer, sobre todo si va acompañado, no sólo de dirección y guión espumosos de un Allen que igual estaba también de vacaciones, sino también de un reparto guay y una música sugerente que acompaña a una excelente fotografía de Javier Aguirresarobe.

Se puede ver o no; o sea no es imprescindible, pero airea las cabezas y es capaz de sacar alguna sonrisa del espectador con su inteligente discurso.