"Wes Craven" demuestra una vez más cómo hacer terror contemporáneo, con una fórmula eficaz, los asesinos en serie, una temática utilizada hoy en día hasta la saciedad, que en este caso obtuvo gran resultado, y que salvo algunas excepciones hoy en día es sinónimo de baja pretensión y calidad, un cine comercial para adolescentes sin valor fílmico.

Su trama se basa en que un asesino en serie siembra el pánico entre los adolescentes en una zona residencial, un asesino con un aspecto extraído de la película apuñalada, por lo que nos encontramos con la película dentro de la película, un recurso argumental que me pareció de buen grado. Un comienzo intenso te da una idea de lo que te va a ofrecer, numerosos instantes de tensión, en el que la música juega un papel fundamental, algún susto y algunos toques cómicos. Los asesinatos están espléndidamente conseguidos, con un plano panorámico del arma justo antes del apuñalamiento, sacando en algunos momentos nuestro lado más sádico.

Es una obra directa y constante, durante todo el largometraje se juega con la intriga por saber quién se esconde detras de esa máscara blanca y traje negro, siempre se nos irán insinuando personajes, un quebradero de cabeza que consigue mantenernos enganchados hasta el final. Se juega con el recurso de que es un traje accesible para todos, por lo que el asesino puede ser cualquiera y se puede encontrar en cualquier lugar.

Otro de los aspectos destacables, es que no existen subtramas aburridas sin ningún interés, esta se centra en los asesinatos y en las ganas de conocer al asesino, que no se vayan por los cerros de Úbeda es algo de agradecer para el espectador. El guión te sumerge, se muestran numerosos guiños fílmicos, principalmente a "La noche de Halloween" y "Pesadilla en Elm Street" algo que me entusiasma y la dota de interés. Curioso cuanto menos el modus operandi del asesino consiste en llamar a la víctima con frases que quedarán grabadas en la historia del cine de terror, cómo "¿Cuál es tu película de terror favorita?".

En su contra unas interpretaciones muy mejorables, un argumento simple, y sobre todo es poco creíble la torpeza del asesino, que siempre anda cayéndose con suma facilidad, se tropieza con cualquier obstáculo, pero que queda reducido a nada si Craven lo que pretende es realizar una crítica a las películas de terror, de ahí los toques cómicos. Aún así es una película de terror en toda regla.

La valoro por ser la original, ya que las secuelas no llegarán a su altura. Desde Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street no había un asesino en serie tan carismático.

En conclusión, buena obra del cine de terror adolescente, que utiliza una fórmula eficaz, directa e interesante de la temática de los asesinos en serie, disfruté con la película, las interpretaciones no son buenas, el guión no es excelente, el argumento es simple, pero al amante de este género le dará los dosis necesarias de terror e intriga.