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España España · MADRID
Voto de VALDEMAR:
4
Drama Un importante magnate estadounidense, Charles Foster Kane, dueño de una importante cadena de periódicos, de una red de emisoras, de dos sindicatos y de una inimaginable colección de obras de arte, muere en Xanadú, su fabuloso castillo de estilo oriental. La última palabra que pronuncia antes de expirar, ”Rosebud”, cuyo significado es un enigma, despierta una enorme curiosidad tanto en la prensa como entre la población. Así, un grupo de ... [+]
19 de febrero de 2013
34 de 47 usuarios han encontrado esta crítica útil
-Tómese esta pastilla, ya verá qué maravilla.
-Oiga, perdone, pero es que me estoy aburriendo muchísimo. Su pastilla es difícil de tragar.
-¿Pero qué dice usted? Estamos ante la mayor obra maestra del cine mundial. La hizo un chiquillo de 26 años, y la hizo mejor de lo que nadie jamás había hecho nada antes. Mire, vamos, mire usted bien.
-Que no me convence, caballero. Lo siento. ¿Acaso es obligación?

Orson Welles fue un genio, por muchas razones, destacando, sobre todas, que lo había decidido él.

Lo mejor que tiene la peli es su concepción visual, con ese arranque de cuadro surrealista y ese aparatoso travelling, que al tipo le gustó tanto que lo repite tres veces, por si alguien no es capaz de percibir tan talentoso invento a la primera.
Por lo demás, Ciudadano Kane es la aburrida vida de un preboste, contada a trompicones y sin métrica, donde destaca la pizpireta y nada fina interpretación del propio Welles. Si a esto le sumamos la falta de respeto hacia el público que supone, a mi entender, ese burdo señuelo que lanza para mantener interesado al personal en tan vacía historia (¿Rosebud? ¿qué será?), llego a la conclusión de que a mí esta película no me gusta, y que, además, en cines anteriores ya se habían hecho, acompañando a narrativas de mejor acierto, maravillas técnicas que nada le tienen que envidiar al señor Welles. Valga como ejemplo el Amanecer de Murnau.

Rosebud, en el mundo real, es el nombre de una reserva de los Sioux, y el autor utiliza tal palabreja para tener al espectador haciendo el indio. Qué listo, señor Welles.
VALDEMAR
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