De las cuatro películas que aparecen en Filmaffinity dirigidas por Gallo, ésta es la mejor valorada. Y a fe que es buena.
Esta película me ha gustado porque nos enseña un tipo de sociedad totalmente desestructurada que, desgraciadamente, se está imponiendo en los países civilizados. Pero es que nos lo enseña bien.

Para empezar, cuatro actorazos. Si Gallo lo borda, la Ricci, antes de adelgazar, está de rechupete, Ben Gazzara, ¡qué actorazo!, se repugna a sí mismo y la Huston se sale en su papel de madre irresponsable, fanática del fútbol americano. Para continuar, los secundarios lo hacen de miedo: el pobre Bobo, Corrigan, da hasta lástima, Rourke sale del túnel del tiempo para hacer un papel, que dura dos minutos, buenísimo.

Continuamos con la ciudad, Buffalo, NY, aunque en ningún momento nos la enseña el director, queda claro que es una ciudad arisca, fea, fría y sucia, la verdadera culpable de la mala vida del chico, una fábrica de soledad.

No terminamos de saber de qué está enfermo el protagonista que tose tanto, se marea y parece que va a vomitar en cualquier momento, pero da la impresión que su enfermedad es la misma ciudad que lleva dentro.

Parece que a última hora, se arrepiente el director del final tan truculento que filma, y que te deja el cuerpo hecho una piltrafa, se lo piensa bien y le añade tres minutos en los que manda al protagonista a comprar chocolate y termina endulzándonos el final para que acabe triunfando el amor y la esperanza.

Aunque, claro, no borra el primer final, para que cada cual escoja su favorito.

Si no la he puntuado más es porque, en realidad, la película es increíble, ya que la chica tiene mil ocasiones para escapar y no se va. Seguramente porque está más sola que él, pero de eso se da uno cuenta al final.