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Voto de Ghibliano:
6
7,6
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Drama
A finales del siglo XIX, la mansión Amberson es la más fastuosa de Indianápolis. Cuando su dueña, la bellísima Isabel, es humillada públicamente, aunque de forma involuntaria por su pretendiente Eugene Morgan, lo abandona y se casa con el torpe Wilbur Minafer. Su único hijo, el consentido George, crece lleno de arrogancia y prepotencia. Años más tarde, Eugene regresa a la ciudad con su hija Lucy, y George se enamora de ella. (FILMAFFINITY) [+]
6 de septiembre de 2011
22 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y con esto queda todo dicho.
¿No?
Bueno, me explico. No soy muy amigo de intentar achacar mi decepción respecto a una película a factores externos, no me gusta decir que tal o cual obra está sobrevalorada por el importantísimo nombre que la firma, pero con "El cuarto mandamiento" no tengo más remedio que recurrir a esa estupidez porque sus cualidades se me escapan. Está a años-luz de la calidad de "Sed de mal" y "Ciudadano Kane", que me encantan y me hacen entrar en comunión con el autor desde el primer momento.
Y la cuestión es que leo las críticas esperando dar con algún motivo por el que está tan bien considerada y me encuentro con alabanzas hacia la profunda disyuntiva que representa el argumento, a la belleza de la historia, es decir, me encuentro con mis expectativas y no con el resultado. Que yo entiendo, creo que perfectamente, lo que quiere decir la historia, lo que pretende transmitir y los recursos que utiliza para ello, pero no me lo transmite. Me parece una película muy fría, insulsa, carente de la emoción esperada, que intenta sacar adelante sin excesiva elocuencia una trama que luce bastante poco.
Admito que tal vez el motivo de este distanciamiento de la obra se pueda justificar en el retrato de la sociedad aristócrata que de por sí es frívolo y anquilosado, pero el hecho de que los diálogos parezcan tan "escritos para la ocasión", tan ocurrentes y grandilocuentes, y que las situaciones en general tengan ese tono de artificialidad teatral (lo de la tía Fanny no tiene nombre), no deja de ser un problema serio para apreciar el drama de esta historia.
Y aparte los problemas de base. Tenemos una historia nada atractiva sobre un joven aristócrata que representa todos los defectos que un niño malcriado de su clase puede acaparar, y desde el primer momento esperas que la historia le lleve a redimirse en algún momento, no puedes pensar de otra forma. Hay un conflicto algo resultón entre tradición y modernidad, pero vamos, que está bastante diluido, reducido a la anécdota. En general, esa premisa del niño malo que merece un buen tirón de orejas es la película. Y ya digo, que a mí en principio no me fascina la idea. Pero eso no significa que no se pueda contar de una manera que lo haga especial o como mínimo interesante. Y Welles lo intenta, ya lo creo, y logra sacar algo de provecho pero no lo suficiente para crear algo memorable.
Por otro lado, el despliegue técnico del que suele hacer gala Welles aquí no me convence. Es como si fuera consciente de que la trama no es gran cosa e intentara salvar el pellejo por ese lado; no se funden bien los dos recursos, y eso es un problema en la medida en que se usa para reforzar unas emociones que no obtengo a través de lo que se cuenta.
¿No?
Bueno, me explico. No soy muy amigo de intentar achacar mi decepción respecto a una película a factores externos, no me gusta decir que tal o cual obra está sobrevalorada por el importantísimo nombre que la firma, pero con "El cuarto mandamiento" no tengo más remedio que recurrir a esa estupidez porque sus cualidades se me escapan. Está a años-luz de la calidad de "Sed de mal" y "Ciudadano Kane", que me encantan y me hacen entrar en comunión con el autor desde el primer momento.
Y la cuestión es que leo las críticas esperando dar con algún motivo por el que está tan bien considerada y me encuentro con alabanzas hacia la profunda disyuntiva que representa el argumento, a la belleza de la historia, es decir, me encuentro con mis expectativas y no con el resultado. Que yo entiendo, creo que perfectamente, lo que quiere decir la historia, lo que pretende transmitir y los recursos que utiliza para ello, pero no me lo transmite. Me parece una película muy fría, insulsa, carente de la emoción esperada, que intenta sacar adelante sin excesiva elocuencia una trama que luce bastante poco.
Admito que tal vez el motivo de este distanciamiento de la obra se pueda justificar en el retrato de la sociedad aristócrata que de por sí es frívolo y anquilosado, pero el hecho de que los diálogos parezcan tan "escritos para la ocasión", tan ocurrentes y grandilocuentes, y que las situaciones en general tengan ese tono de artificialidad teatral (lo de la tía Fanny no tiene nombre), no deja de ser un problema serio para apreciar el drama de esta historia.
Y aparte los problemas de base. Tenemos una historia nada atractiva sobre un joven aristócrata que representa todos los defectos que un niño malcriado de su clase puede acaparar, y desde el primer momento esperas que la historia le lleve a redimirse en algún momento, no puedes pensar de otra forma. Hay un conflicto algo resultón entre tradición y modernidad, pero vamos, que está bastante diluido, reducido a la anécdota. En general, esa premisa del niño malo que merece un buen tirón de orejas es la película. Y ya digo, que a mí en principio no me fascina la idea. Pero eso no significa que no se pueda contar de una manera que lo haga especial o como mínimo interesante. Y Welles lo intenta, ya lo creo, y logra sacar algo de provecho pero no lo suficiente para crear algo memorable.
Por otro lado, el despliegue técnico del que suele hacer gala Welles aquí no me convence. Es como si fuera consciente de que la trama no es gran cosa e intentara salvar el pellejo por ese lado; no se funden bien los dos recursos, y eso es un problema en la medida en que se usa para reforzar unas emociones que no obtengo a través de lo que se cuenta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Hay escenas excelentes, en particular creo que cualquiera que implique al protagonista se ve beneficiada por un actor que se identifica a la perfección con su personaje y consigue transmitir ese desprecio y ganas de bajarle los humos. Pero luego hay otras que me resultan más bien poco inspiradas.
En especial, cualquiera con la tía Fanny baja mucho el nivel. ¿Por qué es así este personaje? Yo creo que mata al instante cualquier intención de sentir algo por ella, no entiendo las alabanzas a la interpretación de Agnes Moorehead. Porque una de dos: o el personaje es así de absurdo, cargante, chillón y excesivo por definición (mal), o Agnes le da su toque melodramático para que así sea (mal también). En todo caso, es de lo más antipático, y no lo digo en el buen sentido.
Tampoco me hace gracia el retrato de la relación con la hija de Eugene, creo que no logro entender a este personaje tampoco; y en especial ese momento en el que George se despide y ella entra a la farmacia en cuanto le pierde de vista me pareció falsísimo.
A pesar de sus fallos entretiene, y sí, tiene algunos momentos logrados, pero me parece bastante sobrevalorada. No es una película que vea y se me quede grabada en la retina, no me siento especialmente interesado en ningún personaje, ni creo que alcance una lucidez digna de estudio en ninguno de los temas que trata. Su posición actual en el panorama cinéfilo, sinceramente, se me escapa. No lo entiendo. No es una obra demasiado inspirada, al contrario, es correctita pero mediocre, no más evocadora o interesante que tantas otras que se han hecho a lo largo de la historia y se siguen haciendo.
En especial, cualquiera con la tía Fanny baja mucho el nivel. ¿Por qué es así este personaje? Yo creo que mata al instante cualquier intención de sentir algo por ella, no entiendo las alabanzas a la interpretación de Agnes Moorehead. Porque una de dos: o el personaje es así de absurdo, cargante, chillón y excesivo por definición (mal), o Agnes le da su toque melodramático para que así sea (mal también). En todo caso, es de lo más antipático, y no lo digo en el buen sentido.
Tampoco me hace gracia el retrato de la relación con la hija de Eugene, creo que no logro entender a este personaje tampoco; y en especial ese momento en el que George se despide y ella entra a la farmacia en cuanto le pierde de vista me pareció falsísimo.
A pesar de sus fallos entretiene, y sí, tiene algunos momentos logrados, pero me parece bastante sobrevalorada. No es una película que vea y se me quede grabada en la retina, no me siento especialmente interesado en ningún personaje, ni creo que alcance una lucidez digna de estudio en ninguno de los temas que trata. Su posición actual en el panorama cinéfilo, sinceramente, se me escapa. No lo entiendo. No es una obra demasiado inspirada, al contrario, es correctita pero mediocre, no más evocadora o interesante que tantas otras que se han hecho a lo largo de la historia y se siguen haciendo.