Rodada en los años gloriosos del spaghetti western, "Shalako" es una producción germano-británica de director estadounidense que podría considerarse un eurowestern, aunque la peculiar trama o la música no son las de una película del Oeste (o el duelo final, que parece un combate de gladiadores), si bien temas como el de los apaches, la guerra, la política o el mismo personaje de Shalako sí lo serían. En suma, es un largometraje extraño, pero digno (en comparación con otros productos similares) y bastante entretenido.

Dirigida por el siempre competente Dmytryk, se rodó casi en su totalidad en Almería (una mínima parte en los míticos Shepperton Studios de Londres) y sus maravillosos paisajes fueron bien aprovechados por la buena fotografía de Ted Moore (que había trabajado en las películas de Bond protagonizadas por Connery, por lo cual el escocés se lo recomendó a la productora). Técnicamente resulta interesante, con disparos bien fuertes (nada de los tiritos de otras películas), mucha sangre y secuencias espectaculares, como las de la persecución de la diligencia y ese Rorke´s Drift en miniatura con apaches en vez de con zulúes.

A su favor, el reparto, no sólo Connery y la sexy Bardot, también la galería de grandes secundarios ingleses (Boyd, Hawkins, Sykes) y la cuota alemana (Van Eyck). Y la trama en sí, original, con racistas ricoshomes que se van de safari por Nuevo México. Película dura y ácida que podía haber tenido mejores diálogos, pero entretiene, no es chapucera y aprueba con nota.