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Voto de El Extranjero :
1
Thriller Julia (Verdú), una madre soltera, es bailarina de un club de striptease. Una noche se encuentra en su coche a un atracador herido con un botín de medio millón de euros. Cuando el chico muere, ella no duda en adueñarse del botín y abandonar el cadáver. Pero Antón, un detective privado que busca ese dinero, irrumpe inesperadamente en la vida de Julia alertado por Concha, la canguro de la hija de la bailarina. Desesperada, Julia pide ayuda ... [+]
22 de octubre de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me han gustado mucho las dos críticas previas porque aportan una información crucial, que si es relacionada, supone un veredicto esclarecedor de por sí, sin que hubiera la necesidad de añadir nada más.

Por un lado, hacer esto ha costado 866.000€, y por otro, Telecinco no se ha atrevido a estrenarlo en su canal principal. ¿Quién da más? La verdad, yo creo que no sabrían como promocionarla.

En el atraco que se produce al centro comercial, el despliegue de medios sencillamente te enmudece. Por otro lado uno se espera una trama criminal relativamente turbia con un toque de morbo, pero todo es cutre a más no poder. El malo, un tipo de aspecto grimoso y acento extranjero, es una mala caricatura de lo que debía dar miedo por aquella época, tipo solitario que parece medio psicópata, que viste de negro, misógino, de modales violentos y que fuma mucho. Podría dar un poco el pego si el guionista se hubiera esmerado un poco más a la hora de elaborar sus textos, y no los hiciera acabar todos con la palabra 'puta'. Y el tío es raro, no se comunica con frases más que contengan más de cinco o seis palabras, además su pronunciación es como entrecortada. ¡Menuda construcción de personaje! La dirección es también para darla de comer aparte, un completo desastre, con escenas de vergüenza ajena. Cuando el tipo ese (dicen que es un detective) está buscando el dinero, la cámara se empieza a mover como loca y el hombre parece psicótico. Muy cutre, busca desagradar y dar mal rollo, pero la sensación que genera se acerca más al bochorno. Pero a la vez, la historia es excesivamente plana y se centra más en el acercamiento entre Verdú y Brendemühl, con diálogos de tercera. Como tampoco es incapaz de insuflar la más mínima tensión, el visualizado se hace del todo insufrible, literalmente no hay nada a lo que agarrarse.

A Maribel Verdú le llevaba dos años sin sonar el teléfono y la mujer pues participó por eso, pero no es la clase de proyecto que la permita hacer gala de su talento interpretativo. De hecho creo haber leído que nunca estuvo especialmente orgullosa de esta participación.
El Extranjero
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