Cuando vi la nota que le habían puesto a esta caricatura mi niña interior pegó el grito en el cielo e hizo el berrinche del siglo. Y yo también, hay que decirlo. La verdad no entiendo cómo es que esta caricatura, desbordante de originalidad y creatividad, tenga menos de un 5.
La serie, como la gran mayoría debe saber, trata sobre una organización de niños agentes que se dedican a salvar a los demás infantes del mundo de la "tiranía adulta", centrándose la historia en cinco simpáticos niños, con números para cubrir sus identidades, que se enfrentan en cada capítulo a villanos que son como alegorías de las cosas que los niños odian (catarro, dentistas, castigos, hacer la tarea, etc.).
Los personajes principales están muy bien trabajados, ya que no es para nada difícil encariñarse con ellos. Cada uno tiene una personalidad bien definida, y si le damos una mirada más profunda, cada uno de ellos tiene características que podrían volverlos blancos de bromas en el universo estadounidense. Tenemos a un niño calvo, otro gordo, una asiática, uno bajito y una afroamericana. Pero estas características uno ni siquiera las nota puesto que sus aventuras, modo de expresarse, peleas y ellos mismos son tan geniales y entretenidos que quisieras que fueran amigos tuyos sin importar sus diferencias. Eso es algo destacable, puesto que muchos niños se pueden sentir alejados, pero todos somos diferentes y eso es lo que hace al mundo más divertido.
La serie en si desborda originalidad, y hago principal alabanza al doblaje latinoamericano que le dio un toque propio a la serie (los diálogos de número uno y las referencias a la cultura pop y al mismo cartoon network son geniales). La manera de retratar los conflictos infantiles y las explicaciones que se les ocurren a los niños sobre temas aún "tabús" en aquella etapa (como de donde vienen los bebés o que son los sostenes) son hilarantes, tanto para los niños que creen lo que en la serie aparece, como para los adolescentes y adultos que las captan y no pueden evitar sonreír porque, vamos, son cosas que a todos nos han pasado a esa edad, y ver eso en la televisión es algo invaluable.
A mi parecer es una oda a la infancia y lo que es SER un niño, de manera universal. Es vivir aventuras, compartir con amigos y combatir los temores típicos que alguien común y corriente tiene cuando se es menor de 13 años. Una serie muy entretenida con un mensaje muy cierto: "sigan siendo niños", tal vez no físicamente, por supuesto, pero sí en nuestro interior, no perder nuestra capacidad de asombro, no perder nuestra niñez. Nunca.