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España España · Madrid
Voto de Jab:
9
Intriga. Thriller Corea del Sur, 1986. Una joven aparece brutalmente violada y asesinada. Dos meses después, se producen una serie de violaciones y asesinatos en circunstancias similares. Para buscar al asesino, se organiza un destacamento especial, encabezado por un detective de la policía local (Park Doo-man) y un detective de la policía de Seúl (Seo Tae-yoon), que ha solicitado ser asignado al caso. (FILMAFFINITY)
15 de agosto de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda alguna el gran protagonista de esta película es el desasosiego. ¿Y quién lo causa? La realidad, que hay tantas como habitantes en el mundo respirando. Todo ocurre en una pequeña localidad de Corea del Sur y el móvil de la película es un asesinato que se extiende y deja de ser eslabón para convertirse en cadena, una cadena que se aferra al cuello de los detectives que investigan el caso hasta asfixiarlos. En principio tenemos a un protagonista poco usual, el detective Park que dice que mirando a los ojos de las personas puede conocer su interior y que tiene una manera de proceder poco ética y común. Trabaja siempre a su lado el detective Cho, un detective impulsivo e incontrolable cuya agresividad saca a pasear con cada detenido. Para resolver el caso acude desde Seúl en su ayuda el detective Seo Tae, que al lado de los detectives locales es más sofisticado y observador.

Las ortodoxas técnicas de Park, como las palizas, el secuestro o la tortura para que los detenidos confiesen chocan de manera frontal con las de Seo Tae, que busca la verdad de la forma más limpia. Pero el desasosiego crece con cada nueva víctima, la realidad es difusa y comienza a ahogar a los personajes y a sumirlos en la más densa oscuridad. Durante este proceso Park, al principio reticente y envidioso de Seo Tae, observa y aprende del sofisticado detective de Seúl mientras que Tae, en su desesperación e impotencia, comienza a sembrar los malos vicios de Park y terminan intercambiándose los papeles al final. Y como sucede en el Quijote donde Don Quijote se "sanchiza" y Sancho Panza se "quijotiza", aquí Park se "seotiza" y Seo se "parkiza". En esta historia la realidad confunde a ambos y la desesperación los hace mutar para sobrevivir a la realidad misma, cambiando las necesidades primarias de los protagonistas. El equilibrio para no cometer ellos mismos crímenes igual de malos que el del asesino en serie reside en que la personalidad de uno frena a la del otro y mientras Park muta hacia Seo y Seo hacia Park el equilibrio sigue existiendo. Y como en bueno de Don Quijote, que después de su aventura no le queda más remedio que regresar a su hogar sin haber conseguido sus grandes objetivos, Park regresa a su casa y cambia de vida. De seo no sabemos nada porque Park ya no necesita ningún escudero.


Bonj Joon-ho no duda en hacer un retrato cómico de los personajes a pesar de la dramática situación que para colmo está basada en hechos reales. Bonj Joon-ho ya ha demostrado con creces ser uno de los mejores directores de la época, aunque tristemente su salto a la fama se ha dado con Parásitos, su último gran film. Sabe jugar perfectamente en esa delgada línea del humor y la desgracia como pocos y lo deja patente en esta película sobre todo. Como siempre, una buena fotografía, con el gran apartado artístico y técnico que le caracteriza. Un guión plagado de buenos detalles y un final espectacular que te sume en la misma oscuridad que al detective Park.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jab
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