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Voto de Kaori:
5
7,0
35 006
Serie de TV. Thriller. Intriga
Serie de TV (2021-). 9 episodios. Cientos de jugadores con problemas económicos aceptan una extraña invitación para competir en juegos infantiles. Dentro les esperan un premio tentador y desafíos letales.
8 de enero de 2022
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tengo entendido que el autor estuvo diez años intentando que le produjeran la serie. Eso es pasión.
Si tomamos «El juego del calamar» como una alegoría del capitalismo más despiadado, que es mucho suponer, lo que plantearía entonces es que todos somos responsables de ese sistema, desde el más miserable al más poderoso. Así que reflexionemos un poco, no ya sobre los malvados ricos, sino sobre la actitud de los pobres. A mí desde luego no me dan ninguna pena.
Uno: los problemas que tienen estos jugadores se los han buscado ellos solitos, así que, hijo, asume las consecuencias de tus actos; y si no es el caso, te aguantas igual: una injusticia no puede solucionarse con una injusticia aún mayor. Dos: nadie les obliga a jugar, sino que deciden voluntariamente participar de una locura semejante donde se rompen todas las leyes morales y legales. Priorizar el dinero como sinónimo de felicidad por encima de cualquier otra consideración no deja ser una despiadada actitud ultra capitalista, y es lo que ellos hacen y parecen defender.
Más allá de cuestiones ideológicas, que no son prácticas, «El juego del calamar» es una serie bastante entretenida a pesar de sus desequilibrios en el guion. El desenlace es muy decepcionante, como si se hubieran quedado sin ideas y cortaran rápido. Sabes lo que va a pasar porque queda muy claro quiénes son los buenos y quiénes los malos, y por lo tanto quién se va a llevar la pasta aunque resulte injusto. Es una hipocresía tremenda que determinados personajes, los que se presentan como santos y puros, sobrevivan por suerte o porque otros, los malos, hagan el trabajo sucio y de esta manera ellos se puedan seguir permitiendo su fantasía de moralidad.
Por eso precisamente el personaje clave, el auténtico protagonista para mí y lo mejor que tiene «El juego del calamar» es Sang-Woo, interpretado por un increíble Park Hae-soo. Sus ojos que parecen estar siempre llorando delatan su sentimiento de culpa con dolorosa claridad, porque él sí es consciente de toda la basura en la que está metido y es consecuente con ello. Atractivo, con clase y sobrada inteligencia, Sang-Woo es dramático, auténtico, fatídico. Hay que amarlo.
No es tan violenta como se las prometía y la parte de los juegos y cómo salir vivo de ellos es lo más entretenido y gustoso. Yo desde luego no jugaría ni loca, pero la serie sí puede verse. Misceláneas en spoiler.
Si tomamos «El juego del calamar» como una alegoría del capitalismo más despiadado, que es mucho suponer, lo que plantearía entonces es que todos somos responsables de ese sistema, desde el más miserable al más poderoso. Así que reflexionemos un poco, no ya sobre los malvados ricos, sino sobre la actitud de los pobres. A mí desde luego no me dan ninguna pena.
Uno: los problemas que tienen estos jugadores se los han buscado ellos solitos, así que, hijo, asume las consecuencias de tus actos; y si no es el caso, te aguantas igual: una injusticia no puede solucionarse con una injusticia aún mayor. Dos: nadie les obliga a jugar, sino que deciden voluntariamente participar de una locura semejante donde se rompen todas las leyes morales y legales. Priorizar el dinero como sinónimo de felicidad por encima de cualquier otra consideración no deja ser una despiadada actitud ultra capitalista, y es lo que ellos hacen y parecen defender.
Más allá de cuestiones ideológicas, que no son prácticas, «El juego del calamar» es una serie bastante entretenida a pesar de sus desequilibrios en el guion. El desenlace es muy decepcionante, como si se hubieran quedado sin ideas y cortaran rápido. Sabes lo que va a pasar porque queda muy claro quiénes son los buenos y quiénes los malos, y por lo tanto quién se va a llevar la pasta aunque resulte injusto. Es una hipocresía tremenda que determinados personajes, los que se presentan como santos y puros, sobrevivan por suerte o porque otros, los malos, hagan el trabajo sucio y de esta manera ellos se puedan seguir permitiendo su fantasía de moralidad.
Por eso precisamente el personaje clave, el auténtico protagonista para mí y lo mejor que tiene «El juego del calamar» es Sang-Woo, interpretado por un increíble Park Hae-soo. Sus ojos que parecen estar siempre llorando delatan su sentimiento de culpa con dolorosa claridad, porque él sí es consciente de toda la basura en la que está metido y es consecuente con ello. Atractivo, con clase y sobrada inteligencia, Sang-Woo es dramático, auténtico, fatídico. Hay que amarlo.
No es tan violenta como se las prometía y la parte de los juegos y cómo salir vivo de ellos es lo más entretenido y gustoso. Yo desde luego no jugaría ni loca, pero la serie sí puede verse. Misceláneas en spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
-Los personajes femeninos son los más fríos y controlados, incluso por encima de matones asesinos.
-Si no sabes qué hacer, mete un psicópata en el guion, en este caso el matón Deok-su, que cumple el mismo papel.
-La quinqui Mi-nyeo directamente se suicida para poder matar a Deok-su, escena por cierto que sería difícil en la vida real. Es un hombre y es fuerte, debería poder soltarse sin problemas. Un final para ambos bastante tonto.
-Sae-byeok es un personaje importante que hemos visto desde el principio, pero termina fatalmente herida por la destrucción del puente y luego rematada por Sang-Woo sin que aporte nada a la historia. Supone un anticlímax completo. Claro, es que si llega hasta el final el protagonista no iba a matarla, así que o se muere sola o lo hace el malo, lo que es un poco de ambas cosas, muy gracioso.
-Ji-yeong, la nihilista, como la describió un amigo. Este personaje existe solo para que pueda sacrificarse llegado el momento, no te la crees nunca.
-Mientras en el juego de las canicas Sang-Woo tiene que matar a su amigo hindú de la manera más rastrera a la par que inteligente, el anciano se sacrifica por Seong y la nihilista por Sae-byeok para que los dos ganen. Cuánta injusticia.
-En el juego del puente, es Sang-Woo quien tira al que les impide pasar y gracias a eso Seong y Sae-byeok se salvan. Al menos da las gracias y cállate. Y si te parece mal matar a tus contrincantes NO JUEGUES.
-Seong sigue pensando que van a salir de allí juntos, haciéndose amiguitos. Si quieres ser amigo de tu contrincante NO JUEGUES.
-Después de todas las penalidades y muertes, el tonto de Seong se pasa un año siendo un arrastrado sin coger el dinero y, por lo tanto, dejando tirados a la gente que prometió cuidar. Si tienes tantos escrúpulos NO JUEGUES.
-No sé si es del todo creíble que no encuentren al policía cuando, una vez se descubre lo que ha pasado en la cueva, ¡está al lado! A nadie se le ocurre buscarlo justo en las habitaciones del jefe, que conectan con la cueva y donde está toda la información sensible que debe ocultarse…
-Cómo funciona esta organización… Cómo se encuentra a tanto esbirro…
-¿Por qué el jefe enmascarado, un pez gordo y hermano del policía tiene una tarjeta del juego en la misma mesa de su habitación? Vamos a ver, ¿eh? Si se hacen los juegos todos los años, ¿desaparece todos los años?
-Si no sabes qué hacer, mete un psicópata en el guion, en este caso el matón Deok-su, que cumple el mismo papel.
-La quinqui Mi-nyeo directamente se suicida para poder matar a Deok-su, escena por cierto que sería difícil en la vida real. Es un hombre y es fuerte, debería poder soltarse sin problemas. Un final para ambos bastante tonto.
-Sae-byeok es un personaje importante que hemos visto desde el principio, pero termina fatalmente herida por la destrucción del puente y luego rematada por Sang-Woo sin que aporte nada a la historia. Supone un anticlímax completo. Claro, es que si llega hasta el final el protagonista no iba a matarla, así que o se muere sola o lo hace el malo, lo que es un poco de ambas cosas, muy gracioso.
-Ji-yeong, la nihilista, como la describió un amigo. Este personaje existe solo para que pueda sacrificarse llegado el momento, no te la crees nunca.
-Mientras en el juego de las canicas Sang-Woo tiene que matar a su amigo hindú de la manera más rastrera a la par que inteligente, el anciano se sacrifica por Seong y la nihilista por Sae-byeok para que los dos ganen. Cuánta injusticia.
-En el juego del puente, es Sang-Woo quien tira al que les impide pasar y gracias a eso Seong y Sae-byeok se salvan. Al menos da las gracias y cállate. Y si te parece mal matar a tus contrincantes NO JUEGUES.
-Seong sigue pensando que van a salir de allí juntos, haciéndose amiguitos. Si quieres ser amigo de tu contrincante NO JUEGUES.
-Después de todas las penalidades y muertes, el tonto de Seong se pasa un año siendo un arrastrado sin coger el dinero y, por lo tanto, dejando tirados a la gente que prometió cuidar. Si tienes tantos escrúpulos NO JUEGUES.
-No sé si es del todo creíble que no encuentren al policía cuando, una vez se descubre lo que ha pasado en la cueva, ¡está al lado! A nadie se le ocurre buscarlo justo en las habitaciones del jefe, que conectan con la cueva y donde está toda la información sensible que debe ocultarse…
-Cómo funciona esta organización… Cómo se encuentra a tanto esbirro…
-¿Por qué el jefe enmascarado, un pez gordo y hermano del policía tiene una tarjeta del juego en la misma mesa de su habitación? Vamos a ver, ¿eh? Si se hacen los juegos todos los años, ¿desaparece todos los años?