Me he quedado pasmada al ver el siete con tres que «Kamisama Kiss» tiene en la página, pero cuando he leído algunas de las críticas es cuando he terminado de alterarme. Que «no es una relación tóxica», dicen. Que él «no es un capullo». ¿Perdona? ¿Hemos visto el mismo anime?

«Kamisama Kiss» aguanta en sus dos temporadas pero la pifia en los OVAs de un modo tan terrible que directamente le he cogido asco. Luego hablaré del guion, pero centrémonos primero en el protagonista Tomoe, el demonio zorro que está considerado uno de los mejores chicos animes de la actualidad. Pues bien, a este hombre nos lo presentan como al típico chico grosero y algo asilvestrado de toda la vida, con el añadido de que le pega patadas a la chica o la empuja si lo cree conveniente. Es muy igualitario esto de que los dos usen la violencia el uno contra el otro, se ve que es muy romántico que el chulo guaperas de turno te mangonee a su antojo. Vale. A lo largo de la serie nos dan a entender que Tomoe tiene un pasado oscuro, un pasado de auténtico demonio malvado, pero como no se especifica del todo podemos interpretar que al fin y al cabo no podía ser tan malo.

Será en los cinco OVAs que concluyen la historia, lo que vendría a ser una tercera temporada, donde se desarrolle ese pasado de Tomoe y veamos el retrato real de este hombre: un putero, un canalla asesino y un abusador de mujeres. Maravilloso. Respondiendo a su repugnante personalidad, querrá matar a Nanami, la secuestrará, la asaltará e intentará abusar sexualmente de ella. ¡Qué romántico! ¡Ah!, pero Nanami lo quiere y sabe que ha cambiado, que en el fondo es bueno... Y él deja de ser un psicópata violador... ¡porque se ha enamorado de la primera tipa que ha aparecido!

¿Existe algo más vomitivo? ¿Es esto concebible? La fantasía femenina del macho dominante que te seduce y te quiere poseer está creando auténticas monstruosidades, relaciones retorcidas, prototipos masculinos que merecen ir a la cárcel, algo enfermizo y asqueroso que desde aquí denuncio. Por si alguna chica está leyendo esto, de verdad, Tomoe es basura. No mendigues el amor de nadie, valórate y hazte valorar, no transijas con todo solo porque «quiero que me quiera» o «me conformo con...». No, no, ¡no!

Por todo lo que he dicho, Tomoe se gana mi antipatía pero tampoco sale bien librada la heroína Nanami. Otra de esas petardas máximas que pierde la cabeza por el galán de turno y se arrastra sin dignidad ninguna. En teoría quizá se plantea como un empoderamiento de ellas, pero no es verdad, es lo más humillante para la mujer.

El guion tiene varias incoherencias pero es al final cuando todo se convierte en un sinsentido completo de principio a fin. Es que está todo mal, todo. Y de verdad que es una pena, porque perfectamente «Kamisama Kiss» podría haber llegado al seis. Cierto que lo peor ha sido siempre la historia romántica, pero el resto era divertido, el tono adecuado y tenía un estilo super cute, como ciertas expresiones, el Tomoe niño, el mono o el pequeño tengu. A destacar precisamente la trama de los tengu en la segunda temporada, con un personaje que dará la sorpresa y nos brindará los mejores y más románticos momentos de la serie. Jirou, no te merecemos.

Vaya peligro.