Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Bélico Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Rodada íntegramente en japonés, la película ofrece la versión nipona de la batalla de Iwo Jima, el episodio más cruento de la guerra del Pacífico, en el que murieron más de 20.000 japoneses y 7.000 estadounidenses. El objetivo de la batalla para los japoneses era conservar un islote insignificante, pero de gran valor estratégico, pues desde allí defendían la integridad de su territorio. El mismo año, ... [+]
14 de agosto de 2022
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pensaba que después de «Banderas de nuestros padres» solo se podía mejorar, pero hete aquí que «Cartas desde Iwo Jima» me ha resultado incluso más soporífera. Clint Eastwood tiene la cualidad asombrosa de hacer películas que parecen buenas pero no lo son. Así que a lo mejor dentro de cinco años me digo que su díptico sobre la Segunda Guerra Mundial debe de ser bueno, que tiene pinta de serlo, y lo volveré a ver para descubrir decepcionada que no, que únicamente lo parecía.

Al igual que «Banderas de nuestros padres», «Cartas desde Iwo Jima» tiene una factura técnica envidiable en la que destaca por méritos propios la fotografía. La historia contada por una potencia del Eje desde luego llama tu atención. Sin embargo, la realidad es que nos encontramos con una cinta plomiza, pesada, aburrida y vacua. Puede que me falte sensibilidad para entender su poesía y su arte, no lo voy a discutir. Dicen que tiene un ritmo contemplativo al más estilo japonés. Eso de «contemplativo» queda muy bonito, pero no, el ritmo no es contemplativo: el ritmo es simple y llanamente cansino y lento, muy Eastwood. Ser contemplativo es un arte, de alguna manera el arte de no hacer nada, y requiere de más condimentos y cualidades que la película no tiene.

La acción bélica no logra fuerza ni tensión, y los personajes se pasean por la pantalla como meros figurantes de guion; pobrecitos, sí, qué mala suerte han tenido, pero ¿qué más? La exposición del sufrimiento es un recurso dramático ramplón, sobre todo cuando no te cuentan nada sobre ideología, personalidad o contexto histórico que justifique a esos hombres y los dote de vida. ¿En serio la conclusión es que los japoneses también eran seres humanos? No me…

¿Y los diálogos? ¿Las interacciones? Desconozco cómo hablaban y se comportaban los japoneses de 1945 en la intimidad, pero se percibe en el cine contemporáneo una falta total de, primero, historicismo y, segundo, literatura. Estas personas darían el pego como norteamericanos del siglo veintiuno y la obsesión por ser cotidiano y realista nos lleva a meter en una conversación frases tan maravillosas como «voy a mear» y hacer toda una secuencia con un cubo lleno de heces. Escribamos con belleza, con talento, movamos las emociones a través de la palabra.

Las cartas, por otra parte, no aportan absolutamente nada y el montaje con escenas tipo flashbacks es un desastre. Se agradece el intento, pero no marcha.

Japón, te respeto.
Kaori
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow