Haz click aquí para copiar la URL
España España · Almería
Voto de sotiyo:
8
Drama. Comedia Antonio (Javier Cámara) es un profesor que utiliza las canciones de los Beatles para enseñar inglés en la España de 1966. Cuando se entera de que su ídolo John Lennon está en Almería rodando una película, decide ir a conocerlo. Durante el viaje, recoge a Juanjo (Francesc Colomer), un chico de 16 años que se ha fugado de casa, y a Belén (Natalia de Molina), una joven de 21 que parece que también está escapando de algo. (FILMAFFINITY)
12 de noviembre de 2013
4 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empecemos por el final. Porque cuando el fundido en negro de la última escena dio paso a la consabida ristra de nombres que ponen fin a la película, ocurrió algo que solo había visto en mis sueños más íntimos y cinéfilos: la práctica totalidad de la sala permaneció en silencio, y pegada a su asiento, hasta que acabaron los títulos de crédito y el proyector dejó de lanzar su haz luminoso desde nuestra espalda. ¿Acaso se puede decir algo mejor de una película?

Eso, señoras y señores, es magia. Ocurre cuando estás en un encantamiento, suspendido en el aire, y no quieres que acabe, apurando hasta el final con la esperanza de estirar el momento todo lo posible. Y es un poco lo que les ocurre a los protagonistas de esta "road movie" rural y costera, a quienes el destino o la casualidad juntan durante un diminuto paréntesis de sus vidas en un pequeño paraíso, repleto de belleza y miseria, que no quieren abandonar pero que saben que termina.

Y vale, la historia no es que sea espectacular, ni va por derroteros diferentes a los imaginables desde un principio, pero destila ternura, gracia y empatía por los cuatro costados. Enseguida nos hacemos amigos de aquellos que vemos desfilar frente a nosotros, en parte gracias a un protagonista arrolladoramente carismático, con un Javier Cámara enorme que se come a bocados la pantalla. Francesc Colomer, conocido por "Pa Negre", y Natalia de Molina completan un trío creíble y solvente. Los secundarios y figurantes, pocos y bien escogidos, fundidos con el paisaje, conforman un universo luminoso y polvoriento que juega muy bien la baza de territorio singular, aislado, salvaje, tranquilo e hipnótico, al que pone la guinda una magnífica música de Pat Metheny. Ese lugar que se muestra en la película sigue existiendo, y aunque aún puede sacudirte de vez en cuando con sensaciones similares a las descritas, está modificado, transformado y ciertamente cada vez menos aislado, como demuestra la ausencia de planos muy abiertos y las contadísimas panorámicas visibles en el film.

No es necesario contar mucho sobre la trama, seguramente habrás conocido otras similares, ¿pero qué tiene esta que despierta tanta simpatía? Parece que un halo especial rodea las imágenes, diálogos y situaciones, pero no sabes qué es. Quizás sea como las canciones de John Lennon, que gustan por ser alegres y melancólicas, como la vida. Podríamos entrar a discutir con ferocidad, como suele hacerse últimamente, sobre si el cine español es malo, tópico o recurrente. Yo no entro en ese juego. Ojalá me queden muchas más películas por ver que me hagan sentir tan bien como esta. Gracias David Trueba.
sotiyo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow