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España España · SORIA
Voto de WATUSI:
6
Ciencia ficción. Fantástico. Terror Max Renn, responsable de un sórdido canal de televisión por cable, descubre un día una emisora pirata llamada "Videodrome" con contenidos muy violentos y realistas. Una palpitante pesadilla de ciencia-ficción que nos muestra un mundo en el que el vídeo puede controlar y alterar la vida humana. Considerada por Andy Warhol la "naranja mecánica" de los 80. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran relevancia la que tuvo esta película en su día. Nos encontramos ante un cúmulo de nuevas ideas revolucionarias acompañadas de imágenes y situaciones impactantes. Curioso detalle el de la búsqueda de películas snuff que intenta encontrar el protagonista en aquellos tiempos.

Muy destacable el inicio y la presentación de la historia con imágenes sorprendentes de la TV “dentro” de la TV y curioso argumento que te asombra desde el principio. Destacables también frases pseudo filosóficas durante todo el metraje como la reseñada en el título de esta crítica y la “No me gusta, demasiada clase para el sexo” referente a unas imágenes eróticas de bella factura pero con poca mordiente.

DAVID CRONEMBERG es el artífice de la dirección y del sorprendente y originalísimo guión en los que como en multitud de sus películas intenta reflejar “los miedos humanos” y las “transformaciones fisico-mecánicas” con un resultado que en ocasiones resulta demasiado psicodélico.

El actor principal es el grandísimo JAMES WOODS que como en casi todos sus trabajos obtiene un resultado excepcional. A título personal reseñar que me encanta que el protagonista se llame MAX como en otra de las grandísimos películas, la excelentísima “Érase una vez en America”.

Los efectos especiales corren a cuenta del genial profesional RICK BAKER, con unos resultados muy destacables para los 80, innovadores y realmente cuidados. A destacar las transformaciones físico-mecánicas antes mencionadas y la originalísima y nacida del guión “vagina intestinal” del protagonista.

La banda sonora es realizada por HOWARD SHORE, que acompaña a CRONEMBERG en la mayoría de sus películas, siendo esta uno de los valores a destacar. La musiquilla que acompaña a cada secuencia es muy pobre pero el solapamiento con las imágenes hace que el resultado sea excepcional.

En definitiva, estamos ante una película sorprendente y tremendamente original para el año 1983 que tristemente ha envejecido pero no tanto como cabía esperar, con un excelente guión acompañado de una inteligente dirección pero que en ocasiones resulta excesiva y cae en el final del metraje. Importantísima la metáfora que se puede abstraer que no es otra que EL PODER Y LA MANIPULACIÓN QUE TIENE LA TV EN NUESTROS DIAS….
WATUSI
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