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Voto de Grandine:
6
5,4
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Terror
JT y Rickie, dos amigos con el pelo graso peinado hacia atrás al estilo de los Rebeldes de Coppola, pasan su tiempo en una fábrica abandonada donde descubren a una chica, envuelta en plástico, que jamás termina de morir. JT la convertirá en el objeto sexual y de fascinación de sus compañeros de instituto, mientras Rickie intenta defenderla del perverso juego necrófilo. (extraído de CinemaSitges.com). (FILMAFFINITY)
10 de octubre de 2008
26 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando una película perece en su final por no darle el cauce adecuado, nace muerta.
"Deadgirl", película de premisas originales e intensidad en su conjunto, va descubriendo sus múltiples bazas a medida que avanza, y poniendo al espectador en la tesitura de dos protagonistas que actúan de modo antagónico y dan opciones para que cualquiera se pueda posicionar del lado que desee.
Es obvio que Sarmiento y Harel optan por dar el tratamiento de siempre a sus personajes, pero mientras todo transcurre, nada falla en el camino recorrido por su film, ya que sabe bien como administrar sus recursos y tensar la cuerda cuando es necesario, o hacer gala de un humor negro descomunal, brutal y pasadísimo de rosca en el momento requerido.
La caracterización de Candice Accola como Deadgirl no puede ser más acojonante, pues ya no es sólo el proceso de maquillaje al que se ha sometido a la actriz, sino también su recital de turbias miradas y desquiciantes muecas. En definitiva, que hay que tener cojones (en este caso, ovarios) para interpretar un papel así y que te salga a la perfección. Chapeau por ella.
Como todo, sin embargo, "Deadgirl" se deshincha, y aunque tiene momentos colosales (el de los visitantes o el de la gasolinera, que es inmenso), termina por empequeñecer todas sus virtudes debido a un tramo final ultratópico y una conclusión que, repentinamente, se despacha de forma totalmente inusitada, teniendo en cuenta el tipo de tema que se estaba tratando de fondo. Pese a ello, sus ya mentadas y magníficas secuencias, hacen de la propuesta algo, cuanto menos, decente y maquiavélico, a la par que carcajeante.
Sólo para acérrimos del humor más negro posible.
"Deadgirl", película de premisas originales e intensidad en su conjunto, va descubriendo sus múltiples bazas a medida que avanza, y poniendo al espectador en la tesitura de dos protagonistas que actúan de modo antagónico y dan opciones para que cualquiera se pueda posicionar del lado que desee.
Es obvio que Sarmiento y Harel optan por dar el tratamiento de siempre a sus personajes, pero mientras todo transcurre, nada falla en el camino recorrido por su film, ya que sabe bien como administrar sus recursos y tensar la cuerda cuando es necesario, o hacer gala de un humor negro descomunal, brutal y pasadísimo de rosca en el momento requerido.
La caracterización de Candice Accola como Deadgirl no puede ser más acojonante, pues ya no es sólo el proceso de maquillaje al que se ha sometido a la actriz, sino también su recital de turbias miradas y desquiciantes muecas. En definitiva, que hay que tener cojones (en este caso, ovarios) para interpretar un papel así y que te salga a la perfección. Chapeau por ella.
Como todo, sin embargo, "Deadgirl" se deshincha, y aunque tiene momentos colosales (el de los visitantes o el de la gasolinera, que es inmenso), termina por empequeñecer todas sus virtudes debido a un tramo final ultratópico y una conclusión que, repentinamente, se despacha de forma totalmente inusitada, teniendo en cuenta el tipo de tema que se estaba tratando de fondo. Pese a ello, sus ya mentadas y magníficas secuencias, hacen de la propuesta algo, cuanto menos, decente y maquiavélico, a la par que carcajeante.
Sólo para acérrimos del humor más negro posible.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Lo que no termino de entender es, como poniendo a disposición esa historia donde se trata de forma tan gamberra el tema de la mujer-objeto, opten por despacharse con un final donde, precisamente, el protagonista decide usar a la muchacha que realmente amaba como otro objeto, cuando queda bien claro que, aunque esa conclusión sea más acorde -por el tono de la peli-, no era la más acertada ni de lejos. Una pena.