Dice Ewan, estupendo, que están las palabras, pero no en el orden adecuado, lo mismo exactamente se podría decir de esta película, están los planos, pero no en el orden adecuado o mejor todavía, está la película, pero es como si la hubieran hecho con todos los planos que sobraban, con puros descartes, y la verdadera película estuviera, como el manuscrito al principio, guardada bajo siete llaves, a buen recaudo.
Es morosa, inane, repetitiva, cansina, aburridora, plana y plomiza. Se podría contar lo mismo en diez minutos y listos. Y además hace lo que muchas o tantas en estos malhadados casos, que te cuenta las verdades del barquero, la receta de la abuela, la tierra es redonda, como si estuvieran descubriendo (América), contra el cáncer una cura, la penicilina, o el secreto de los illuminati, misterio, sorpresa, abracadabra, córcholis, cáspita, jolines, lo más obvio y trillado y sabido por todos como si nos chupáramos el dedo, bueno, en realidad es así, tal cual, lo tenemos metido en el culo igual que el resto del cuerpo, pero mejor disimular un poco, guardar las formas, hacer como que no, o por lo menos perpetrarlo con algún arte y salero, no este muermo tanatorio formol bromuro gélido encefalograma cruz y raya.