22 de septiembre de 2023
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué hermosura. Qué barbaridad. Qué prodigio.
Poética esencial sencilla que equilibra con donosura, tino y delicadeza la alta política con el amor más hondo, pleno, tierno, cielo, denso, la intrahistoria y los grandes acontecimientos, la amistad, hermano, y la traición, bellaco, la esperanza y la quiebra, tú eres mi pueblo, mi único credo.
Maravillosamente escrita, la biblia, homero, precisamente rodada, maestro, discurre con esa imposible facilidad que acaricia, arrulla, nana triste de cebolla para el hombre cansado, caramelo, anhelo, camelo, narcótico, alucinógeno exacto, porro bueno, consuelo, ausculta y asombra por su discreta modestia perfecta, plena.
La mirada es ajustada, no moralizadora, simple nada simplona, no sermonea, todos, como grupos o clanes o civilizaciones, son buenos y malos al mismo tiempo, prejuiciosos, necios y terriblemente humanos, miserables, generosos, la turba infame, el individuo santo diablo, no hay discurso, hay ejemplo, se cuenta, una historia.
Nada sobra ni falta, hombre, que hablasen sus idiomas respectivos (sin pinganillo, nadie es perfecto, por supuesto, a pelo), no el esperanto, la lengua franca, franco, del imperio (pero son tan honrados que te lo explican rápido, desde un buen principio te avisan para que no te llames a engaño), y el final un poco cortante abrupto, seco como un disparo, que te atraviesa el alma como una flecha, degolla el alma, quizás deberían alargarlo un poco más, pero claro, mejor dejarlo estar, la tortuga y aquiles, fotograma, tal cual, no meneallo, el tratado de paz, ya se andará, el mal ya llegará, se ve que se dijeron, no nos la cojamos con papel de fumar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ni (ha estallado la) paz ni leches, pero bueno, en ese justo instante sí, antes de todo, de la revolución, después de siempre, del acabose, la extremaunción, ahí mismo, en el centro de la tormenta, esperando a la bicha con ansia viva.
Plegarias atendidas, consiguió lo que quería o perseguía, al más alto pecio, cuidado con lo que deseas que se cumple, tú puedes, sí, irte al garete.
Todos los diálogos que comparte Stewart con Cochise o con su amada son gloria, soy lágrimas, haikus, emocionantes, poesía mística, oraciones, esculpidos en piedra, la tierra, la savia, el pan y el vino, eucaristía, la sangre de cristo, casi tanto como la forma de narrar cinematográficamente pura y la ecuanimidad general abrumadora por inadvertida, obra bella de un director claramente infravalorado, otros, que hacen más ruido, son más llamativos, se llevan la fama, mientras que los que realmente importan cardan la lana, la transvaloración de todos los valores, la injusticia del mundo de la vida, polvo y paja, arrea.
James Stewart tenga treinta u ochenta estaba como si nada, junco ante la tormenta, no se parte, se dobla.
Pocholada animada. Cuento precioso.
Sopórtalo, anda.
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