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Voto de Ferdydurke:
7
7,4
39 727
Romance. Drama
Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Una noche conoce y se enamora inesperadamente de Emma (Léa Seydoux), una joven con el pelo azul. La atracción que despierta en ella una mujer que le muestra el camino del deseo y la madurez, hará que Adèle tenga que sufrir los juicios y prejuicios de familiares y amigos. Adaptación de la novela gráfica "Blue", de Julie Maroh. (FILMAFFINITY) [+]
29 de junio de 2014
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta no es una película más, de esas con actores conocidos, historia, ritmo... y que usted lo pase bien. No, esto es un abismal retrato de una adolescente/mujer: la dulce, sensual e inocente Adele.
Película a bocajarro, desde el primer minuto al grano, sin contemplaciones, buenas formas o pérdidas de tiempo innecesarias. La cámara se come desde el principio a la bella Adele, primerísimos planos constantes para contarnos su despertar a la vida, para detallarnos su incursión en la maraña sexual, en el casi siempre terriblemente ambiguo ámbito del deseo. Una exploración obsesiva sobre lo que somos: entre lo que queremos realmente y lo que deberíamos necesitar. El director se ciñe a ella y sus devaneos; entre la escuela, que sirve de trasfondo teórico y soporte social, y sus búsquedas individuales. De la heterosexualidad a la homosexualidad, de la familia a la independencia, del amor al desamor...
Película a bocajarro, desde el primer minuto al grano, sin contemplaciones, buenas formas o pérdidas de tiempo innecesarias. La cámara se come desde el principio a la bella Adele, primerísimos planos constantes para contarnos su despertar a la vida, para detallarnos su incursión en la maraña sexual, en el casi siempre terriblemente ambiguo ámbito del deseo. Una exploración obsesiva sobre lo que somos: entre lo que queremos realmente y lo que deberíamos necesitar. El director se ciñe a ella y sus devaneos; entre la escuela, que sirve de trasfondo teórico y soporte social, y sus búsquedas individuales. De la heterosexualidad a la homosexualidad, de la familia a la independencia, del amor al desamor...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Adele duda hasta que encuentra su sitio con Emma. Mujer mayor, más culta y experimentada. Bello cortejo y apoteosis sexual (el cine lleva un tiempo dando pasos necesarios para colonizar el tabú por antonomasia en el cine comercial y respetable: el sexo explícito. En esta ocasión, hay varias escenas que cuentan precisa, cruda y hermosamente -y muy extensamente- la unión sexual. El sexo como terreno habitualmente vedado; el trasnochado y castrador en off al que estamos acostumbrados debe pasar a lo opcional, no al dogma de lo que se puede o no hacer; una escena de sexo puede decir mucho más que cualquier otra, o mucho menos, depende, como todo. Debe quedar a expensas del criterio del autor, no debe espantar; hay que intentar huir de censuras de todo tipo, desde las que utilizan el parapeto del buen gusto como de las que claman y acusan de pornografía. Lo de menos es si son dos mujeres, dos hombres, un trío, un cuarteto o una orgía, eso es irrelevante, lo crucial es levantar el velo y dejar correr el aire).
El autor aísla, encapsula a Adele, la asedia, rodea y separa con la cámara. Solo nos permite observar la relación con Emma y un par de escenas esclarecedoras con las dos familias; la de Emma (marisco), más culta y abierta; la de Adele (pasta), más simple y prejuiciosa; didactismo simplón pero eficaz y económico (narrativamente). Con Emma, entra de lleno en el mundo de la bohemia. Ahí, cuando Adele ya es adulta y trabaja como profesora de niños, es donde se produce el distanciamiento; pertenecen a dos mundos diferentes, ven las cosas de distinta manera y son opuestas en algunos aspectos. Emma presiona a Adele para que sea como ella (progre intelectual), y esta se siente desplazada y empequeñecida. Ahí comienza el conflicto.
En el final se confirma lo anterior. Ella se siente diferente (rechazada sutilmente) y queda fuera, tendrá que empezar de cero y encontrar a alguien más similar, a una persona que se conforme con llevar una vida tranquila, sin grandes ambiciones.
Película muy francesa en la sutileza de los sentimientos, en lo elevado de las ideas (Sartre como respaldo de la libertad: somos lo que hacemos, no estamos determinados, "El existencialismo como humanismo") y en la valentía formal. Es también "progresista" de manual, una mirada muy a favor: día del orgullo gay, derechos de los estudiantes, multirracial, pintores, libros..., izquierda liberal y humanista.
Gran película que está descompensada por su exceso de atención a la protagonista, el exterior queda muy reducido; y, quizás por ello, adolece de cierta superficialidad. Adele como personaje sin terminar, siempre buscando, indefinida y anhelante, volcándose en los demás, sin criterio, perdida, inmadura, generosa y apasionada, contrasta con la mayor frialdad y autocontrol de Emma.
Valiosa y desequilibrada. Arrojado intento, cine sincero, a tumba abierta.
El autor aísla, encapsula a Adele, la asedia, rodea y separa con la cámara. Solo nos permite observar la relación con Emma y un par de escenas esclarecedoras con las dos familias; la de Emma (marisco), más culta y abierta; la de Adele (pasta), más simple y prejuiciosa; didactismo simplón pero eficaz y económico (narrativamente). Con Emma, entra de lleno en el mundo de la bohemia. Ahí, cuando Adele ya es adulta y trabaja como profesora de niños, es donde se produce el distanciamiento; pertenecen a dos mundos diferentes, ven las cosas de distinta manera y son opuestas en algunos aspectos. Emma presiona a Adele para que sea como ella (progre intelectual), y esta se siente desplazada y empequeñecida. Ahí comienza el conflicto.
En el final se confirma lo anterior. Ella se siente diferente (rechazada sutilmente) y queda fuera, tendrá que empezar de cero y encontrar a alguien más similar, a una persona que se conforme con llevar una vida tranquila, sin grandes ambiciones.
Película muy francesa en la sutileza de los sentimientos, en lo elevado de las ideas (Sartre como respaldo de la libertad: somos lo que hacemos, no estamos determinados, "El existencialismo como humanismo") y en la valentía formal. Es también "progresista" de manual, una mirada muy a favor: día del orgullo gay, derechos de los estudiantes, multirracial, pintores, libros..., izquierda liberal y humanista.
Gran película que está descompensada por su exceso de atención a la protagonista, el exterior queda muy reducido; y, quizás por ello, adolece de cierta superficialidad. Adele como personaje sin terminar, siempre buscando, indefinida y anhelante, volcándose en los demás, sin criterio, perdida, inmadura, generosa y apasionada, contrasta con la mayor frialdad y autocontrol de Emma.
Valiosa y desequilibrada. Arrojado intento, cine sincero, a tumba abierta.