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Voto de Ferdydurke:
6
6,8
1 296
Drama
En 1876, en Pennsylvania, un grupo de mineros decide crear una sociedad secreta, "The Molly Maguires", que comete sabotajes para presionar a los patronos y conseguir así mejorar sus condiciones laborales; pero los propietarios contratan a un detective para que se haga pasar por minero, se infiltre en la sociedad y la destruya. (FILMAFFINITY)
31 de diciembre de 2015
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Apreciable película política.
Prólogo mudo de unos quince minutos acompañado de la bella música de Mancini durante el que vemos a los mineros en su trabajo mientras, sorpresa, están preparando un sabotaje.
Títulos de crédito. Y la primera palabra es: cerveza, ya en la taberna del pueblo.
El comienzo, tras ese inicio silente, es moroso, demasiado, el desarrollo, esquemático, la presentación de los personajes y las escenas, un poco de brocha gorda. Pero acaba siendo una historia sólida, bien argumentada, casi más un teatro de ideas que una historia convencional; con posturas diferentes y muy claras, sin sermones ni maniqueísmos.
Digamos que hay tres vértices ideológicos:
a) Harris. El infiltrado. El individualista y pragmático. Representa la ley pero que no cree en nada que no sea él mismo y sus posibilidades de ascenso. Inteligente, hábil y flexible. Tan simpático como desolador en su oportunismo vendido. El poder le utiliza y él saca su parte.
b) Connery. Su némesis. El revolucionario. El fanático. El que cree en la violencia como único modo de defenderse de la tiranía y la explotación. El que no ve más allá, siempre hacia delante, a costa de lo que sea, de la vida misma. Honesto y valiente, pero también un poco ciego y kamikaze. Y capaz de asesinar por sus ideas.
c) Eggar. La chica. Creyente, la siempre fuerte presencia religiosa entre los católicos irlandeses, y piadosa. Se identifica con su gente, los mineros, pero no cree en la violencia ni en el todo vale por la causa. El fin no justifica los medios. Se ve atrapada por un destino condenado al sufrimiento y la pobreza, pero resiste con dignidad y cierta magullada esperanza. Fuerte y luminosa en su desvalimiento. También orgullosa, arisca y tozuda.
Película que va a más. Desde el titubeo contemplativo del principio y cierto aire acartonado y simplón, hasta una parte final que va creciendo en intensidad y profundidad. El cierre es impecable. Coherente, inteligente y tan preciso como implacable y ambiguo (psicológica, moralmente).
Prólogo mudo de unos quince minutos acompañado de la bella música de Mancini durante el que vemos a los mineros en su trabajo mientras, sorpresa, están preparando un sabotaje.
Títulos de crédito. Y la primera palabra es: cerveza, ya en la taberna del pueblo.
El comienzo, tras ese inicio silente, es moroso, demasiado, el desarrollo, esquemático, la presentación de los personajes y las escenas, un poco de brocha gorda. Pero acaba siendo una historia sólida, bien argumentada, casi más un teatro de ideas que una historia convencional; con posturas diferentes y muy claras, sin sermones ni maniqueísmos.
Digamos que hay tres vértices ideológicos:
a) Harris. El infiltrado. El individualista y pragmático. Representa la ley pero que no cree en nada que no sea él mismo y sus posibilidades de ascenso. Inteligente, hábil y flexible. Tan simpático como desolador en su oportunismo vendido. El poder le utiliza y él saca su parte.
b) Connery. Su némesis. El revolucionario. El fanático. El que cree en la violencia como único modo de defenderse de la tiranía y la explotación. El que no ve más allá, siempre hacia delante, a costa de lo que sea, de la vida misma. Honesto y valiente, pero también un poco ciego y kamikaze. Y capaz de asesinar por sus ideas.
c) Eggar. La chica. Creyente, la siempre fuerte presencia religiosa entre los católicos irlandeses, y piadosa. Se identifica con su gente, los mineros, pero no cree en la violencia ni en el todo vale por la causa. El fin no justifica los medios. Se ve atrapada por un destino condenado al sufrimiento y la pobreza, pero resiste con dignidad y cierta magullada esperanza. Fuerte y luminosa en su desvalimiento. También orgullosa, arisca y tozuda.
Película que va a más. Desde el titubeo contemplativo del principio y cierto aire acartonado y simplón, hasta una parte final que va creciendo en intensidad y profundidad. El cierre es impecable. Coherente, inteligente y tan preciso como implacable y ambiguo (psicológica, moralmente).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Harris da la cara como delator y recibe como premio el ascenso deseado. Pero, finalmente, se debe enfrentar a la pareja clave, "a su chica y a su amigo". Primero es ella la que le rechaza, por mucho que le gustaría irse con él y por mucho que no acepte la violencia de su pueblo, no puede huir con una persona que es capaz de cualquier cosa para conseguir sus intereses, un amante sin valores, tan poco de fiar. Lo mismo que ha hecho con ellos lo puede hacer con ella. Después habla con él. Va a la cárcel a verle. Es la conversación final. Allí descubrimos a un Connery muy lúcido: comprende que Harris busca redención a través del castigo, para así purificar su culpa y salir liberado. Y Connery lo intenta, matarlo, cumple con su papel, con su deber de hombre traicionado. Pero, como era de esperar, los policías lo evitan.
Harris se va solo mientras Connery espera la muerte. Ha conseguido lo que quería, lo que venía buscando. ¿Le pesará en la conciencia su acto nefando o, como él mismo comenta previamente con el policía, lo olvidará sin problemas? Más preguntas: ¿Sirvió de algo el sacrificio de los rebeldes? ¿La chica quedará para vestir santos o se conformará final, inevitablemente, con algún simpático gañán de la zona?
Bueno, la historia mereció la pena.
Harris se va solo mientras Connery espera la muerte. Ha conseguido lo que quería, lo que venía buscando. ¿Le pesará en la conciencia su acto nefando o, como él mismo comenta previamente con el policía, lo olvidará sin problemas? Más preguntas: ¿Sirvió de algo el sacrificio de los rebeldes? ¿La chica quedará para vestir santos o se conformará final, inevitablemente, con algún simpático gañán de la zona?
Bueno, la historia mereció la pena.