El cine, sobre todo el cine de los "grandes estudios" ha encontrado, gracias a los avances de la técnica, una tabla de salvación en los cómics de toda la vida y en especial los de superheroes. El filón de la nostalgia de mayores, el atractivo para los pequeños y la espectacularidad que conllevan sus hazañas y poderes hacen que la falta de ideas y grandes realizadores se vaya sobrellevando con este circo y remakes de películas antiguas. Y lo que nos queda con DC y MARVEL.

Soy aficionado a los cómics y verlos en la pantalla siempre "emociona" pero sus guiones mas o menos aguantan en la parte en que nos cuentan los orígenes de los personajes, después solo queda acción y acumulación de situaciones y villanos que no se pueden sintetizar en una hora, con lo cual siempre acabamos con un cierto regusto de frustración.

De todo ello se beneficia y adolece este Avispón verde, nacido de la mano de los creadores del Llanero solitario y replica del mismo adaptado a los años 30 y readaptado en serial radiofónico y serie tv en las décadas de los 60 y 70, con el morbo añadido de la participación del mítico Bruce Lee en uno de sus personajes principales.

De esta versión actual podemos comentar mucho de su realización y muy poco del resultado final.

En el primer apartado podemos comenzar por las desavenencias entre productores, director y actores, que el guión de Seth Rogen desdibuja el personaje original, que también interpreta, para llevarlo a su terreno de cómico descerebrado e histrionico con resultados muy desiguales, que el pedigrí del director, famoso videoartista, poco o nada aporta a la realización y que aunque Jay Chou en el papel de Kato cumple con eficacia, la sombra de Bruce Lee es muy alargada.

Y en definitiva en el segundo apartado asistimos a una película Kleenex (usar y tirar), irregular y tan olvidable como el personaje de Cameron Díaz.
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