Reconozco previamente que me es muy difícil ser objetivo con cada propuesta de un director al que admiro. Cuando esto ocurre se tiende a ser menos exigente, a dejarse llevar por todos esos guiños de una extensa obra que uno idolatra y rogar porque su producción siga siendo anual por muchos años mas. Me aburren las criticas y comentarios que intentan clasificar y ordenar las películas de este genio, compararlas entre si y deducir de ello si por fin a su edad a perdido tono o pulso o lo que sea. Me limito a disfrutar de cada una de ellas como un regalo que no tiene precio.
A colación de todo esto Allen da una lección con su lucida reflexión sobre la influencia del pasado en la obra del presente y que cualquier tiempo anterior no fue ni peor ni mejor sino diferente.
En Midnaight... podemos decir que esta todo Allen: un brillante y afilado guión, aderezado con un poco de sus traumas recurrentes, su amor por esa Europa que le ha mantenido arriba del pedestal del que no goza en su país, sus autores de referencia, el arte, un mucho de nostalgia y de ese amor que es capaz de mantener en "stand by" a la muerte. Incluso consigue estar presente él mismo como actor transmutado en la piel de un Owen Willson que se deja poseer por el alma de Woody.
Original, despojada de artificio, a veces descuidada en el aspecto técnico, con un plantel de "secundarios" que aprovechan sus momentos al 100% y una Marion Cotillard que va camino sino lo es ya en convertirse en una de las grandes.
Humor inteligente como siempre, de un señor inteligente que se toma la vida (y la muerte) con humor, como siempre.
PD. Y ademas, siempre nos quedara París.
jcelziete.blogspot.com