Otra vez la sustancia oscura actúa de manera random, como más le convenga al guión.

La secuencia del primer infectado carece de lógica. Primero los encierra en la enfermería, al parecer, por miedo a la contaminación; no deja salir a su amiga a pesar que esté a punto de morir pero, entonces, para qué vuelve a entrar en la enfermería? Una estupidez, aunque, lo vamos a dejar pasar, ya que el miedo extremo puede dar a actos incoherentes.

También es bastante chistosa la primera aparición de David, en pleno combate, les pide que lo acompañen y estos lo hacen sin rechistar, adentrándose en una ciudadela llena de cadáveres. Vamos, lo normal.

Una cosa que me ha molestado es que solo en ingerir esa sustancia negra, ya aparece un xenoformo... así de fácil, ni gestación ni nada, así a tope. Lamentable.

También el capitán merece mención. Presencia como David controla al xenoformo y como su compañera esta muerta, se lía a tiros con el alienígena, se hace el tipo duro pero le sigue el rollo a David. Después de comprobar que el androide es un psicópata, no duda en asomar la cabeza dentro del huevo alienígena. No tiene desperdicio.

La secuencia de la flauta ha sido bochornosa XD.

Pero vamos a hablar del enunciado de mi crítica: SUPER ANDROIDE o mejor dicho, super David:

Vamos a recordar que ya en Prometheus era capaz de manipular la tecnología de los ingenieros, pilotar sus naves, leer su escritura y hablar con ellos solo con haber estudiado egipcio, sumerio, maya y alguna cosa más. Vaya tela con David. Al parecer la doctora Elizabeth Shaw era toda una ingeniera ya que lo reconstruyó tan bien que ahora, a super David, le crece el pelo y la barba.
Super David es un gran biólogo experimental, manipula el líquido negro a su antojo y crea a los xenoformos tal y como los conocíamos en el 79, con todo su ciclo reproductivo y demás... bravo David.
Además se las ingenió para acabar con todos los ingenieros de un plumazo, claro, una nave que hacía cientos o, quizás miles, de años desaparecida, vuelve a casa como si nada, entra en la atmósfera de un planeta habitado por seres superiores y los aniquila... David es un crack, los engañaría con alguna argucia, alguna comunicación inteligente, quizás tocando la flauta.
David, además, es un encantador de xenoformos, con sus suspiros mágicos es capaz de controlar a uno de ellos, las criaturas más agresivas del cine.
David no tiene desperdicio, es todo un artista, sabe tocar el piano, la flauta, sabe artes marciales y se deshace de un modelo más avanzado al suyo. Recordemos las habilidades de Ash o Bishop que, teóricamente, son androides de generaciones mucho más avanzadas que David... nada, auténtica chatarra al lado del bueno de David.
Eso sí, ayuda a los dos tripulantes que quedan a deshacerse del xenoformo, ¿porqué? para que pensemos que es Walter y no David XD... bufff... que listo es Scott, casi como David.
David además se curra unos fetos que no veas y los guarda en el congelador no se vayan a estropear con el viaje.

Bien, ya hemos visto lo grandioso que es este androide y me dejo cosas, desde luego.. pero no quiero dejar pasar por alto algunas otras cosas como el ciclo reproductivo del xenoformo. En el 8º pasajero, recordemos el proceso requerido para que se lleve a cabo. Cuando la criatura esta adherida a Kane, le administra oxígeno, lo mantiene con vida mientras le introduce el embrión pero, en Covenant, lo hace en menos de 5 segundos mientras la víctima habla y se quema la cara. Menuda chapuza, en serio, me siento insultado.

Bueno ya está bien. Al igual que Prometheus, es una película donde los apaños, al coste que sea, son los auténticos protagonistas y, David nuestro super androide, claro.