Soy cristiano. Practicante, porque gracias a un puñado de cuñaos ya resulta que no es inherente.Y esta película es más mala que un yogur con vinagre. Los cristianos debemos darnos cuenta de una vez de que no sabemos hacer buenas películas. Evidentemente estamos obligados a mostrar la esperanza y la victoria que tenemos en lo que creemos y eso edulcora todo. Pero aún así creo que ya está bien de poner a todos los no cristianos como villanos de James Bond.

Este tipo de películas funciona para aquellos que hoy creen en Dios, mañana en Buda y pasado en el poder de los likes de Facebook. Pero no hay que olvidar que hay gente con un poco de criterio que en la vida va a empatizar si se sigue caricaturizando a los no creyentes. No hay que pasar por alto que hay espectadores inteligentes a los que no les causa rechazo ver al enésimo ateo estereotipado, ya que es imposible tomárselo en serio (hablo del abogado, claro). Con esa sonrisa de Joker y esa mirada de hiena de El Rey León.

En fin, que me he visto muchísimas películas cristianas y si me pongo en el lado del espectador no converso con un poco de criterio artístico y mental, todas dan la misma grima. Ya sabemos cómo llegar a los que buscan creer, ahora intentemos hablar a los que no buscan o no quieren, o quieren pero no creen en el poder sanador de los likes en Facebook.

Bueno, se acabó darle palos a los creadores cristianos. Ahora voy a por los otros. Esta persecución al cristianismo que muchos veis exagerada está a la orden del día. Quizás en Estados Unidos falten unos cinco años, en cuanto Trump termine de completar el destrozo, pero aquí en España di algo negativo de un gay (aunque no tenga nada que ver con su condición sexual) y te saltan a la yugular; di algo negativo del cristianismo y eres Trending Topic y a ver quién hace el meme más gracioso. A los que se les llena la boca con las libertades sexuales, políticas y demás, se les olvida que hay otra que está en la misma categoría: la religiosa. Porque aquí puedes poner a una drag queen de Virgen María y qué gracioso, qué transgresor y qué guapa es la libertad de expresión. Luego pones una obviedad en un autobús y que caiga el napalm. Pero bueno, ya sabíamos que esto iba a pasar e irá a peor, lo pone en la Biblia. No me da coraje que pase, me da coraje que no lo veáis.

¿Qué esta película es propaganda? Sin lugar a dudas. ¿Pero por qué si es propaganda cristiana se vé cómo algo negativo y luego os tragáis los documentales de Zeitgeist y lo ponéis como un canto a la libertad y una oda al libre pensamiento? Propaganda atea majo, que también existe y está igual de bien/mal que las demás.

En fin, que me caliento. Que esta peli cuenta una verdad de una manera que parece una mentira.

Dios no está muerto, by the way.

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