No entiendo la aparición del personaje de Sbaraglia. No tiene sentido que tenga el peso que tiene en escena.
En cuanto a Imanol Arias cuando se descubre que no es quién podría ser cambia totalmente de registro. Lo sórdido que antes le rodeaba ahora son alas de la caridad. Ese giro, bajo mi punto de vista, está mal ejecutado.
Sigue habiendo, por desgracia, diversas escenas que se desarrollan igual en películas de este corte. Parece que son escenas de corta y pega que deben funcionar en todas las películas pero que, a la larga, defrauda la inteligencia del espectador. La escena de adentrarse en una cueva sola, la escena de adentrarse en la misma cueva de nuevo sola porque su compañero se ha quedado atrapado, casualmente, a escasos metros de entrar, dejar escapar al malo para que haya una tercer entrega... Simplicidades que bajan tremendamente la nota que se le pueda otorgar.