Uno va con cierta predisposición a visionar una película de este tipo. Es lo normal si la cosa va del fin del mundo y Roland Emmerich está detrás. Es casi imprescindible preparar la mente y aceptar de antemano que la historia probablemente no tenga el menor sentido, atente a la lógica común y a las leyes de la física, y que lo que te venden como ciencia ficción es mejor tratarlo de fantasía desde un principio. Aceptado eso, y con un poco de suerte, a lo mejor está bien realizada, hay buenas escenas de acción, interpretaciones aceptables y pueda resultar entretenida. ¿Es hoy un día con un poco de suerte?

La respuesta es no. La película es una basura infumable en todos los apartados. De entretenida no tiene una mierda, las interpretaciones son espantosas. No solo no tiene lógica la historia en sí, es que el guion es una sucesión de escenas inconexas con frases ridículas. Todo el reparto provoca vergüenza ajena. Aunque para vergüenza los efectos especiales, que envejecen al mismo tiempo que la película avanza. Las escenas de acción están rodadas de forma pésima, y ya no es por las flipadas imposibles que muestran, es que a veces no se distingue nada con tanta destrucción nocturna insufrible.

No puedes ni reírte de lo mala que es. Bodrio horripilante, pesado, largo, incoherente y bochornoso.